Las autoridades de México se alistan para retener a una caravana de más de 9.000 migrantes centroamericanos, que se dirigen a Estados Unidos.
Varios agrupamientos conformados por agentes Federales de Migración, efectivos de la Guardia Nacional y personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, entre otros, fueron desplegados en la frontera sur del país, anunció el viernes pasado el INM.
Los efectivos permanecerán vigilando por varios días los puntos fronterizos de Ciudad Hidalgo, estado de Chiapas, y a lo largo del río Suchiate, que separa a México y Guatemala, hasta el estado de Tabasco.
“Tenemos que garantizar en nuestro territorio nacional una migración ordenada, segura y regular, con respeto a los derechos humanos y con políticas humanitarias”, aseguró Francisco Garduño Yáñez, comisionado del INM.
En tanto, el comandante de la 36ª Zona Militar de Tapachula, general Vicente Antonio Hernández Sánchez, resaltó que cualquier persona es “libre de transitar” en México, “siempre y cuando cumpla con la ley migratoria y la ley de salubridad”.
Varios grupos de migrantes partieron la mañana el viernes 15 de enero desde Honduras en dirección a Estados Unidos, al escapar de la pobreza y la violencia en la región, destrozada por las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus y huracanes a fines de 2020.
La caravana cruzó el sábado pasado el oeste de Guatemala, aunque este domingo, las fuerzas de seguridad guatemaltecas detuvieron y reprendieron violentamente a miles de hondureños.
En 2019, ante el incremento de caravanas de migrantes centroamericanos que cruzaban México rumbo a Estados Unidos, el presidente republicano Donald Trump amenazó con imponer aranceles a las exportaciones mexicanas.
La administración de México acordó entonces con el de Washington militarizar su frontera sur, con Guatemala, a cambio de incentivar un programa de desarrollo para Centroamérica a fin de frenar las migraciones, pero ese proyecto quedó paralizado.