En su próxima película, Kate Winslet se mete en la piel de una mujer real, la paleontóloga Mary Anning, en un drama romántico titulado ‘Ammonite’ y ambientado en 1840 en el que comparte protagonismo con Saoirse Ronan, que da vida a su amante.
Por norma general, la antigua protagonista de ‘Titanic’ nunca se ha considerado uno de esos ‘actores de método’ que llegan a extremos insospechados para dotar del mayor realismo posible a sus interpretaciones, pero reconoce que en esta ocasión se dejó llevar demasiado por su deseo de hacer justicia al personaje.
A lo largo de las semanas de rodaje, Kate decidió rechazar las comodidades de un hotel de lunes a viernes para instalarse en una cabaña frente al mar que era mucho menos idílica de lo que pueda parecer, pero que recreaba a la perfección las condiciones en que vivía Mary.
“Era un sitio destartalado, frío y aislado. Cada vez que había una tormenta, las olas golpeaban contra las ventanas y se iba la luz. En esos momentos, me tumbaba en la cama y pensaba: ‘¿Pero qué estás haciendo, Kate? Vete al hotel con todos los demás’. Solo comía una sopa muy rara e iba por ahí haciendo dibujos de las cosas… En realidad, resultaba todo bastante ridículo”, ha reconocido ella misma durante una entrevista con Stephen Colbert.