El martes se presentó en la Casa Museo José Carlos Mariátegui el libro Incas en Lima. En él se recogen cerca de una treintena de estudios recientes sobre la presencia del Tahuantinsuyo en los 11 valles que conforman el departamento de Lima y la provincia constitucional del Callao.
Son dos volúmenes que suman 932 páginas, editados y seleccionados por el arqueólogo Omar Pinedo, en los que se trata de entender las estrategias que emplearon los incas para dominar esta zona del territorio peruano. El trato con las diferentes etnias fue distinto y eso se percibe en los restos que se han preservado, según explica el especialista al Diario Oficial El Peruano.
Derrumbando mitos
Una de las curiosidades que presenta la obra es contradecir la tesis más propalada sobre el origen del nombre de Lima. De acuerdo a lo que se tenía como verdad comprobada, Lima era una deformación de Rímac, nombre del río que irrigaba la capital.
Rímac es un vocablo quechua que se traduce como “hablador”. Sin embargo, se especulaba que en esta zona el idioma más hablado al llegar los españoles era el aymara, en el que el sonido de la R no es tan marcado, lo que derivó en llamar a la ciudad Lima.
Pero el lingüista Rodolfo Cerrón Palomino presenta otra teoría. Sería en realidad el nombre de un oráculo ubicado en el Centro de Lima. De acuerdo a lo que adelanta Pinedo, este habría estado en lo que hoy es la actual Plaza Italia en Barrios Altos.
Conquistas y alianzas
Otro dato interesante son las prospecciones que se han realizado en diversos valles para identificar las edificaciones incas. Así se constatan datos curiosos como, por ejemplo, que en Cañete, dominado por la etnia de los guarcos, hay más edificaciones que en donde habitaban los chancay o los colli. Una explicación que ensaya Pinedo es que los guarcos, al ser más belicosos con los incas que los otros nombrados, necesitaban mayor presencia de las huestes imperiales.
Asimismo, se han recogido estudios sobre otras actividades productivas. Rommel Ángeles ha estudiado textiles yshma de ese periodo, mientras que Luisa Vetter Parodi ha analizado el uso de metales y Alejandro Chu la cerámica del Incahuasi de Cañete.