El oxígeno medicinal se utiliza en los quirófanos y en las unidades de cuidados intensivos, así como en la atención domiciliaria de pacientes que lo requieran. Su uso, entonces, abarca todos los entornos sanitarios por lo que, hoy más que nunca, en medio de la pandemia por la COVID-19, se debe garantizar su acceso.
Es necesario saber que el nuevo coronavirus genera una lesión pulmonar, que ocasiona que el paciente requiera una gran cantidad de oxígeno. A mayor lesión pulmonar, el requerimiento de oxígeno, que normalmente es de 21%, termina siendo de 100% en los pacientes que no reciben ventilador mecánico, es por ello que uno de los síntomas de este virus es la insuficiencia respiratoria.
El consejero médico de RPP Noticias, doctor Elmer Huerta, afirma que este virus produce un serio daño a los pulmones: “La COVID-19 es una enfermedad que cuando se complica generalmente lo hace en los pulmones y llega a producir tanto daño que las personas necesitan oxígeno para vivir, y el oxígeno lo necesita en alta presión y en cantidades grandes, el oxígeno representa la diferencia entre la vida y la muerte para un paciente que se recupera de COVID-19”, explica.
Este oxígeno, de acuerdo con el médico intensivista Jesús Valverde, es el que es suministrado a los ventiladores mecánicos, máquinas que poseen una turbina interna que genera un flujo de aire a presión introducido en la vía aérea mediante un tubo y una mascarilla. El mecanismo por el cual funciona consiste en introducir y sacar aire de los pulmones a cierta frecuencia respiratoria y en cantidades previamente determinadas, con el objetivo de llevar oxígeno a las células, asistiendo o sustituyendo la respiración habitual del paciente.
“El oxígeno medicinal es un fármaco y su uso debe ser supervisado por un profesional de la salud”, explica el director de ingeniería química de UTEC, Francisco Tarazona.
A pesar de ser conscientes de su importancia, muchos desconocemos de dónde proviene, cómo se genera, cómo se almacena y cómo llega a ser apropiado para el uso clínico. En líneas generales, el oxígeno se encuentra en el aire, sin embargo, mezclado con otros elementos, sobre todo con el nitrógeno y otros gases en menor medida.
Es importante saber que para separar el oxígeno, este pasa por un proceso de filtración, calentamiento, enfriamiento y una segunda filtración, hasta que, cuando se encuentra en estado líquido, queda separado en una columna criogénica. Este proceso es aplicado tanto para el oxígeno industrial como para el medicinal.
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¿Cómo se elabora y almacena?
El almacenamiento del oxígeno medicinal debe cumplir con especificaciones técnicas precisas para eliminar remanentes o residuos de otros productos, por lo que se debe almacenar en contenedores especiales solo destinados a oxígeno medicinal.
Existen tanques criogénicos grandes y pequeños, en donde se almacena y transporta. En el caso de los hospitales, el almacén es de grandes cantidades. Luego, se encuentran los termos criogénicos, que también sirven para oxígeno líquido. Estos son tanques menores de 100 a 150 metros cúbicos de capacidad. Finalmente se encuentran los cilindros de hasta 10 metros cúbicos, en donde el oxígeno se encuentra comprimido en estado gaseoso, dejando de ser líquido por medio de vaporizadores.
¿Por qué es distinto el oxígeno medicinal del común y corriente?
El oxígeno de uso medicinal es distinto del industrial porque, en su proceso de elaboración, cumple con especificaciones técnicas internacionales precisas que lo convierten en apto para tratamientos terapéuticos. Estos pueden ser: el grado de pureza (93%), la humedad, la eliminación del CO2 en partículas por millón, entre otros. En Perú, el cumplimiento de su calidad es fiscalizado por el Digemid del Ministerio de Salud.
Cabe mencionar que todos estos contenedores de oxígeno medicinal también deben cumplir especificaciones técnicas, por lo que no es recomendable adquirir cilindros de oxígeno en el mercado informal.
“Estos estándares ponen un límite máximo al nivel de CO2 en 300 partes por millón, al de monóxido de carbono en 10 partes por millón (según estándares norteamericanos) o 5 partes por millón (según estándares europeos) y 67 partes por millón de agua. Solo si se cumplen estos estándares de calidad estamos hablando de oxígeno medicinal”, explica Francisco Tarazona.
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¿Por qué es importante que los hospitales estén abastecidos de oxígeno?
El oxígeno medicinal es un elemento fundamental para el tratamiento de personas con enfermedades respiratorias, se usa en salas de operaciones y otras áreas hospitalarias. En esta pandemia de COVID-19 es clave para el tratamiento de los pacientes en UCI, por el daño pulmonar que ocasiona el virus.
El médico intensivista, Jesús Valverde, resalta la importancia de la pureza del oxígeno medicinal (no menor a 93%) y señala que es clave que posea una certificación reconocida por la institución responsable, en este caso el Digemid del Ministerio de Salud.