El Gobierno británico ha pedido a la agencia reguladora de medicamentos (MHRA) que analice la vacuna contra la covid-19 de Pfizer y BioNTech para poder empezar a suministrarla en diciembre a los grupos más vulnerables y a partir de enero al conjunto de la población.
El ministro británico de Salud, Matt Hancock, explicó en una rueda de prensa que Pfizer ha comenzado a mandar los datos requeridos por el regulador independiente y completará la información en los próximos días.
“Si el regulador aprueba una vacuna, estaremos listos para empezar la vacunación el próximo mes y el grueso del despliegue (llegará) con el nuevo año”, dijo.
Hancock matizó que el ritmo de la campaña de vacunación irá necesariamente ligado a la velocidad con que se produzca el preparado.
Pese a todo, se mostró “cada vez más confiado” en que, con las novedades sobre las vacunas y con una mayor capacidad de hacer test y rastreo de casos, para la próxima primavera la vida ya sea “más cercana a la normalidad”.
También destacó los datos “prometedores” acerca del descenso de nuevos positivos detectados en el país, que han pasado en la última semana a una media de 24.430 diarios a 22.287, lo que indica, a juicio de Hancock, que “la curva se está aplanando”.
En las últimas veinticuatro horas, 511 personas han muerto menos de veintiocho días después de que se les diagnosticase la enfermedad, mientras que 16.409 pacientes siguen ingresados en hospitales británicos por la covid-19.