Crónicas. Una mujer persigue la camioneta de Vizcarra para pedirle una cama UCI o desempleados se alimentan con un sol de una olla común. Son parte de las historias escritas por Lino Mamani periodista mistiano.
El coronavirus llegó al Perú hace más de un año y nos sigue dejando episodios dolorosos. El libro Falso Negativo. Rostros y rastros de una pandemia da cuenta, mediante 20 historias, el paso de la peste en Arequipa, una de las regiones del país que tuvo la mayor cantidad de muertes y contagios.
El periodista Lino Manuel Mamani escribió los textos, fruto de su trabajo de reportería, acompañado del fotógrafo, Heiner Aparicio. Fue inevitable que ambos no se contagien. Fueron los cuatro primeros periodistas que dieron positivo a la enfermedad en Arequipa.
En libro reúne episodios memorables como aquella escena de Celia Capira, microempresaria que corrió desconsolada tras la camioneta del entonces presidente Martín Vizcarra para pedirle una cama UCI para su esposo que se debatía entre la vida la muerte. El libro revela sobre el colapso del Hospital Covid-19 Honorio Delgado, cuya cochera se llenó de contagiados ante el déficit de camas. Los pacientes esperaban a la muerte en una silla de ruedas y aferrados a un balón de oxígeno.
El texto retrata también a los olvidados de la pandemia, los niños que dependen de un celular para estudiar, las familias que retornaron a pie a sus lugares de origen, desempleados que comen en las ollas comunes y personas que tuvieron que dejar de trabajar por las restricciones.
Además, están los héroes de primera línea que luchan contra el enemigo invisible, como el personal de salud, policías, el equipo humanitario que recoge los cadáveres y trabajadores de limpieza pública.
“El acercamiento con estos personajes fue intencional y también en algunas ocasiones incluso me afectaba porque veía la desgracia, la realidad de personas sufriendo, llorando y uno es humano más allá de ser periodista”, dice el autor.
En el libro se observan dos tipos de personajes: los héroes y los olvidados ¿por qué era importante contar las historias de ambos?
Era importante porque no era un balance, era lo que estaba ocurriendo. Mientras había personas que estaban en desgracia, había también personas que estaban salvando vidas y otros haciendo lo contrario, que no cumplían las restricciones y se contagiaban, y por estas personas, los primeros eran afectados.
De las historias que escribiste ¿cuál tuvo mayor impacto para ti?
Vi a una señora morir en un taxi en la puerta de un hospital, sin que nadie la pueda atender. Justo esa muerte ocurrió al día siguiente en que colapsa el hospital (Honorio Delgado). Me impactó porque estaba un colega periodista que cubría notas policiales y que está acostumbrado a ver a la muerte, si se puede decir así, y se puso a llorar de impotencia. Me impactó también hablar con un trabajador de limpieza pública quien se quejaba porque no le hacían las pruebas rápidas y que pasando dos semanas fallece.
En algunas de las crónicas haces una crítica a los errores cometidos por las autoridades en el manejo de la pandemia…
En el libro se da cierta crítica al mal manejo de las autoridades de salud porque no pudieron sobrellevar esta situación y hasta el momento hay errores. En el proceso de vacunación incluso. Esperemos que puedan enmendar para que la situación no se agrave en Arequipa ante una tercera ola.
¿Qué mensaje esperas que se lleven las personas que puedan leer tu libro?
La intención es, más allá de reflejar la pandemia, que no se vuelva a cometer los errores. Es que en realidad las personas usualmente piensan en ellos de forma egoísta. Creo que en la pandemia fuimos muy egoístas, incluso por proteger nuestras propias vidas hemos estado tratando de afectar al otro.
¿Qué sensación te deja haber publicado este libro?
Personalmente de satisfacción de haber terminado el proyecto y también que a veces la realidad supera la ficción.