Francia recuperó este miércoles una parte de esa añorada «normalidad», con la reapertura de bares, restaurantes y centros culturales a lo que se suma la reducción del toque de queda, ahora a partir de las nueve de la noche, mientras las autoridades hacían un llamamiento a la prudencia.
«Terrazas, museos, cines, teatros… Reencontremos lo que forma parte de nuestro arte de vivir. Dentro del respeto de las medidas de protección», escribió Macron en redes, donde pidió «prudencia».
El mal tiempo en la mayor parte del país no ayudó a que las terrazas se llenaran, pero los ciudadanos aprovecharon al máximo las treguas de la lluvia.
También fue un día de celebración para la cultura, pues reabrieron tras casi siete meses de cierre los museos, teatros y cines -todos ellos con aforos limitados- ante los que se vieron colas desde media mañana.
En Lyon, los cinéfilos esperaban en la puerta de una céntrica sala y en París, medio centenar de persona hacían fila ante el cine de Biblioteca François Mitterrand.
Esta fase de la reapertura durará hasta el 9 de junio, cuando el toque de queda pasará a las once de la noche y reabrirán, por fin, gimnasios así como el interior de cafés y restaurantes. El toque de queda se mantendrá hasta el 30 de junio.