La estructura del volcán Sabancaya, ubicado en la provincia arequipeña de Caylloma, continúa “inflándose” como resultado del continuo ascenso de material magmático hacia la superficie.
A esta conclusión llegó el Instituto Geofísico del Perú (IGP), luego que investigadores de esta institución adscrita al Ministerio del Ambiente, efectuaron en campo el análisis de datos recolectados con instrumentos GNSS o Global Navigation Satellite System durante las últimas semanas.
Las mediciones GNSS permiten determinar la posición de un receptor con un alto nivel de precisión. De esta manera, la posición de un mismo punto y su variación en el tiempo es analizada de manera continua y en tiempo real. Es por ello que el IGP mantiene una red de sensores GNSS alrededor y cerca del cráter del volcán.
«Desde el inicio del actual proceso eruptivo en 2016, se ha registrado unadeformación máxima centrada en el sector norte del volcán Sabancaya de aproximadamente 22 centímetros”, explicó Marco Rivera, investigador del IGP.
No obstante, esta deformación centimétrica no representa peligro alguno para la población del valle del Colca, aseguró el científico.
Impacto local
El Sabancaya inició su último proceso eruptivo en noviembre de 2016, actividad que se ha caracterizado por la expulsión casi permanente de columnas de cenizas y gases de hasta 5.5 kilómetros de altura que se dispersan principalmente hacia el valle del Colca.
A su vez, el presidente ejecutivo del IGP, Hernando Tavera, recalcó que “la responsabilidad del IGP, como ente rector del monitoreo geofísico de volcanes, tiene como responsabilidad advertir sobre el proceso eruptivo del Sabancaya que impacta en la sociedad y economía de la región sur del Perú”.
Cabe recordar que, durante la semana del 3 al 9 de mayo de 2021, el IGP, a través del Centro Vulcanológico Nacional, con sede en Arequipa, registró la ocurrencia de un promedio de 66 explosiones diarias que fueron reportadas a las autoridades locales para la correcta gestión del riesgo de posibles desastres.