Este jueves 25 de febrero, Francisco Sagasti cumple 100 días a cargo de la presidencia de la República en medio de la segunda ola de contagios por COVID-19 y una crisis política generada por el Vacunagate.
Entre aplausos por parte de los congresistas, el legislador del Partido Morado fue elegido como presidente del Congreso y, por ende, de la República, ante la renuncia de Manuel Merino por las protestas multitudinarias en su contra que se extendieron por todo el país. Así, se convirtió en el tercer presidente que tuvo el Perú en tan solo una semana.
Sus principales compromisos durante su Gobierno de emergencia son las de realizar las elecciones generales del 11 de abril de forma “limpia” y de hacer todo lo posible por reducir los contagios por coronavirus sin afectar la economía.
Crisis en la PNP
Su primera controversia no tardaría. La elección de César Cervantes Cárdenas como comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP) generó el pase al retiro de otros 20 altos jefes de esta institución que se encontraban en el escalafón. Finalmente, las críticas por parte de diversos oficiales causaron la renuncia de Rubén Vargas como ministro del Interior, tras 14 días en el puesto.
Un error de Sagasti fue elegir a Cluber Aliaga para reemplazar a Vargas. El general en retiro mantuvo un discurso confuso de apoyo al Presidente, pero en contra del pase al retiro de los jefes policiales, ordenado por el propio Sagasti. Luego de cinco días de su juramentación a cargo del Ministerio del Interior (Mininter), renunció por petición de la primera ministra, Violeta Bermúdez.
En el marco de la elección de José Elice como jefe del Mininter, los trabajadores agrarios del norte y sur del país protestaron por un nuevo régimen agrario con derechos más justos. Los manifestantes tomaron la carretera Panamericana e impidieron la movilización de los transportistas.
Al igual que en las protestas contra Merino, hubo muertos debido a la represión policial. Finalmente, el Congreso, tras más de veinte días de debate por una nueva ley, pudo aprobarla y poco a poco cesaron las protestas, lo que dejó el pedido de la renuncia de Elice en el olvido.
Las vacunas y su tardía llegada
Por otro lado, el presidente anunció a mediados de diciembre que “si todo salía bien”, las vacunas contra la COVID-19 llegarían a fines de ese mes o a principios de enero de 2021; sin embargo, ello no sucedió.
En una conferencia de prensa el pasado 13 de enero, Sagasti Hochhausler nuevamente anunció que el primer lote de dosis compradas al laboratorio Sinopharm llegarían al país a fines de enero.
El último día de ese mes, el Gobierno aseveró que la llegada tendría una nueva fecha: el 9 de febrero. Pocos días después, la presidenta del Consejo de Ministros anunció que podría haber un retraso debido a que KLM, la empresa que traería las dosis desde China, suspendió temporalmente sus vuelos a ese país.
La reprogramación de la llegada de las dosis, la falta de oxígeno y el incremento de contagios generó cierta desconfianza, pero pese a ello, Sagasti se mantuvo con gran aprobación.
Finalmente, el primer lote conformado por 300.000 dosis llegó el domingo 7 de enero. Las esperanzas habían vuelto; no obstante, una nueva crisis política sacudiría el Gobierno.
Los primeros en inmunizarse fueron los médicos que combatían al virus en la primera línea de defensa, al menos eso se pensaba. El presidente también se vacunó para demostrarle a la población que la vacuna era segura.
Los ciudadanos que esperaban la recuperación de sus familiares en hospitales, otros que se mantenían resguardados en sus casas, los que iban con temor a trabajar y sobre todo los médicos, policías, bomberos, entre otros, que combatían en la primera línea, veían con esperanza el fin de la pandemia ante el anuncio de la llegada de más vacunas. Sin embargo, durante esos días, el expresidente Martín Vizcarra reveló en una conferencia de prensa que había recibido la dosis de Sinopharm en 2020, antes de ser vacado por el Congreso, lo que suscitó una crisis política, así como un miedo latente de que el trato con la farmacéutica china decaiga.
Posteriormente, el exmandatario informó que su hermano también fue inmunizado, lo que provocó la indignación de los legisladores, incluso los que no habían apoyado la vacancia. Inmediatamente, citaron a Violeta Bermúdez y a la entonces ministra de Salud, Pilar Mazzetti, para que respondieran qué información tenían al respecto. Ambas aseveraron desconocer el hecho.
“No tengo ningún conocimiento, ni se me ha informado que el señor Martín Vizcarra haya recibido vacuna, él, su esposa u otro familiar”, negó Mazzetti, quien día atrás aseveró que sería la última del sector salud en vacunarse.
No obstante, la mentira al país no duraría mucho y Mazzetti renunció tras reconocer que también había recibido las dosis en 2020. Unos días después, el 14 de febrero, la ministra de Relaciones Exteriores, Elizabeth Astete, hizo lo mismo.
La Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), encargada de los ensayos clínicos, entregó una lista al Instituto Nacional de Salud (INS) de las personas que presuntamente se habían inmunizado de manera irregular con un lote adicional de vacunas enviada por Sinopharm.
“Lamento profundamente que en la lista que ha proporcionado la UPCH al ente regulador (INS) se encuentren personas que han formado parte de nuestro Gobierno, entre ellas las exministras Astete y Mazzetti”, dijo Sagasti el 16 de febrero.
La lista revelaba los nombres de varios funcionarios del actual Gobierno y el anterior, así como también, de otras personas.
Datos
El próximo 11 de abril se realizan las Elecciones Generales 2021 y se conocerá al sucesor de Francisco Sagasti, quien dejará el cargo el 28 de julio.
El 1 de diciembre comenzaron a aumentar nuevamente los casos por coronavirus y descendieron por primera vez el último 20 de febrero.