El laboratorio alemán BioNTech, que junto al estadounidense Pfizer produjo la primera vacuna aprobada internacionalmente contra la COVID-19, podría elaborar en seis semanas un antígeno adaptado a la nueva variante del coronavirus registrada en el Reino Unido.
“Técnicamente somos capaces de suministrar una nueva vacuna en seis semanas”, dijo Ugur Sahin, cofundador del laboratorio alemán.
“La belleza de la tecnología del ARN mensajero es que podemos directamente empezar a concebir una vacuna que imita fielmente a la nueva mutación”, afirmó, en una rueda de prensa, un día después de que la Unión Europea diera el visto bueno a su vacuna.
Ugur Sahin subrayó, no obstante, que era “muy probable” que la actual vacuna sea totalmente eficaz contra este nuevo linaje detectado en el Reino Unido, que es más contagiosa y hace temer un aumento de los casos.
“Científicamente, es muy probable que la respuesta inmunitaria provocada por la vacuna pueda servir para esta variante del virus”, indicó el científico, cofundador junto a su pareja, Özlem Türeci, del laboratorio BioNTech.
Sahin dio razones para su optimismo: la vacuna concebida junto a Pfizer “contiene más de 1.000 aminoácidos y solo nueve de ellos mutaron, lo que significa que el 99% de la proteína es siempre la misma”.
Dentro de dos semanas, BioNTech prevé publicar las conclusiones de estudios llevados a cabo con esta variante del virus, precisó el responsable.
Este martes 22 de diciembre Moderna y Pfizer anunciaron que pondrán a prueba la eficacia de sus vacunas contra esta nueva variante que ha aislado al Reino Unido de Europa y parte del mundo.
“Basándonos en los datos actualmente disponibles, esperamos que la inmunidad inducida por la vacuna de Moderna proteja de las variaciones descritas en el Reino Unido”, señaló Moderna en una declaración citada por la cadena estadounidense CNN.
Pfizer, por su parte, informó que está compilando datos si las muestras de sangre de las personas vacunadas con su fármaco anticoronavirus “son capaces de neutralizar la nueva cepa del Reino Unido”.
El sábado, las autoridades sanitarias del Reino Unido confirmaron la presencia en el sur del territorio británico de una nueva variante del SARS-CoV-2 que se propaga con más rapidez y, según las estimaciones iniciales, podría ser un 70% más contagiosa, si bien no hay evidencias de que esta mutación repercuta en la gravedad de los síntomas, la tasa de letalidad, la respuesta de anticuerpos o la eficacia de la vacuna.