Francia comenzará a vacunar contra el coronavirus «a finales de diciembre o comienzos de enero», con prioridad inicial para las personas de más edad, anunció este martes el presidente, Emmanuel Macron, quien dijo que vacunarse no será obligatorio.
En una intervención televisada al país, Macron avanzó el calendario de salida del confinamiento en vigor desde el 30 de octubre y que comenzará el próximo sábado con la apertura de comercios no esenciales.
También se volverán a permitir las ceremonias religiosas con una limitación de 30 personas y se permitirán los desplazamientos de 20 kilómetros y durante 3 horas, frente a 1 kilómetro y 1 hora en la actualidad.
El 15 de diciembre, si los parámetros de la pandemia siguen bajando, se eliminarán las restricciones en los desplazamientos para las celebraciones navideñas y se permitirá abrir cines, teatros y museos, aunque se impondrá un toque de queda a partir de las 21 horas.
Pero Macron multiplicó los llamamientos a la prudencia para «evitar una tercera ola y un tercer confinamiento», por lo que pidió que se mantenga la distancia social y la higiene, que se use la mascarilla y que se eviten las reuniones multitudinarias, incluidas las familiares.
Bares, restaurantes y gimnasios seguirán cerrados, al menos, hasta el 20 de enero, cuando se hará una nueva evaluación y, si la apertura anunciada un mes antes no ha reactivado la pandemia, se tomarán nuevas medidas de apertura.
El presidente fijó en 5.000 contagios diarios y menos de 3.000 pacientes en cuidados intensivos el límite que permitirá seguir avanzando en la desescalada, lo que autorizaría a abrir restaurantes y gimnasios, aunque no citó los bares.
Macron pidió responsabilidad individual, prometió mejorar la estrategia de test y aseguró que harán más obligatorias las cuarentenas de los casos positivos.