Las superinfecciones pueden llegar a ser mortales y se incrementaron durante la pandemia.
Las infecciones se producen por la acción de un virus, bacteria u hongo, que luego causan una enfermedad. A pesar de lo que aparenta por su nombre, una superinfección no es una infección que se ha complicado, sino que se trata de una infección que se superpone a otra infección.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una infección consiste en la entrada, desarrollo y multiplicación de un agente infeccioso en el cuerpo. Pero, ¿qué sucede cuando se produce más de una infección al mismo tiempo? Ahí es cuando nace una superinfección.
Estas infecciones pueden ser vía bacteriana, vírica o parasitaria y su riesgo radica en que, tras este proceso, el paciente no se puede recuperar fácilmente. Según el Dr. Joaquím Ruiz, investigador de la Universidad Científica del Sur, las superinfecciones repercuten en el paciente porque este sigue infectado, y señala que puede llegar un punto en el que el paciente tiene infección tras infección y no puede ser dado de alta en el hospital. Esto sucedió mucho durante la pandemia.
¿A qué se deben estas superinfecciones?
Si bien el especialista señala que aún no se ha estudiado la causa de las superinfeciones a profundidad, se advierte que pueden existir causas subyacentes. Por ejemplo, problemas de inmunosupresión, lo cual significa que el paciente cuenta con un sistema inmune más frágil por lo que puede ser susceptible a este tipo de infecciones.
Se debe considerar, entonces, que cualquier persona que tenga un problema de inmunidad, como una enfermedad inmunosupresora o en estado de gestación, tiene más posibilidades de contraer una infección, por lo que se debe tener cuidado en estos casos.
Otro aspecto a considerar, según el experto, es el abuso de antimicrobianos. Ruiz y su equipo investigaron el tema en pandemia, y llegaron a la conclusión de que las bacterias que se encontraban en ese momento en la UCI eran más resistentes a los antimicrobianos porque eran bacterias que se habían adaptado al nuevo entorno.
Los valores de resistencia de las bacterias durante la pandemia eran mucho más elevados que antes de su inicio. Tras la pandemia los números han disminuido, pero no a los niveles en los que estaban antes de esta.
Las superinfecciones y el covid-19
Ruiz afirma que se observó una mayor tasa de mortalidad en los pacientes con covid-19 y superinfecciones. Señala que muchos de los pacientes que ingresaron a atenderse por covid-19 tenían la particularidad de tener otras infecciones, algunos incluso llegaron a tener tres, cuatro o hasta cinco infecciones consecutivas.
El experto explica que las infecciones de los pacientes covid eran de tipo respiratorio, en su mayoría, esto debido a que el sistema respiratorio ya se encontraba debilitado y estaba más susceptible de ser infectado. Además, en algunos casos, el paciente contaba con ventilación mecánica y por lo tanto estaba más expuesto a la entrada de estos patógenos.
El riesgo de los antimicrobianos
Ruiz señala que, durante la pandemia, se tenía la necesidad de utilizar cualquier alternativa para combatir los efectos y síntomas del covid. Por ello, se hacía uso de cualquier recurso disponible y el uso de antimicrobianos se elevó considerablemente.
El riesgo de esto, es que las bacterias se vuelven cada vez más resistentes y más difíciles de erradicar, provocando que el paciente empeore y que ningún antibiótico sea efectivo contra la bacteria. Esto favorece el desarrollo de infecciones y superinfecciones.
¿Cómo se puede evitar el desarrollo de superinfecciones?
Ruiz señala que la mejor manera de evitar el desarrollo de superinfecciones es, también, la más simple: la higiene. La persona debe lavarse las manos con frecuencia, taparse al estornudar, no estornudar con la boca abierta, entre otros.
Aunque parezcan extremadamente simples, estas acciones dificultan la transmisión de enfermedades y así las bacterias no logran expandirse.