Es un gran desafío poder disfrutar tiempo de calidad en familia si tenemos en cuenta que el peruano promedio trabaja 41 horas semanales según un estudio hecho por el Banco Central de Reserva. Sin embargo, entre las responsabilidades y obligaciones que conlleva ser una persona adulta, es importante estar presentes para los pequeños. No solo acompañarlos en el día a día sino compartir con ellos calidad de tiempo. ¿De qué manera podemos hacerlo? Una gran idea es planeando pasatiempos juntos.
Un pasatiempo es una actividad de diversión o entretenimiento en el que se ocupa un rato de ocio. Esto conlleva diversos beneficios en la salud física y mental, ya que producen la segregación de hormonas relacionados al bienestar como la serotonina y la endorfina.
Entre los pasatiempos que se pueden realizar en familia podemos elegir no solo actividades deportivas o artísticas sino también lúdicas, es decir, un simple juego de mesa, que no tenga otro fin más que el de pasar buenos ratos juntos.
Estos son tres beneficios de compartir actividades entre padres e hijos:
Niños felices. Para los infantes, el jugar con sus padres es necesario. Tal como lo explica Miguel González-Duran, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, el juego es concebido como un elemento de felicidad para el niño porque, además de estimular el apego, ayuda a crear un vínculo afectivo más fuerte entre padres e hijos que durará toda la vida.
Más habilidades sociales y emocionales. “La familia es el primer contexto en el que el niño desarrolla una imagen de sí mismo y del mundo que le envuelve. Y las interacciones que se dan en el juego familiar potencian las relaciones sociales y le ayudan a explorar, aprender y refinar las habilidades necesarias para ello”, afirma Inma Marín, pedagoga y miembro del Observatorio del Juego Infantil de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes.
Disminuye el estrés. Las personas practican su hobby en momentos de calma y tranquilidad en su hogar, lo cual permite que tanto la mente como el cuerpo se relajen. Además, eliminan pensamientos negativos ya que al tener una actividad lúdica –sin importar de cuál se trate- nos saca de ese estado mental dañino, nos lleva a hacer algo que nos gusta y el cuerpo comienza a reaccionar positiva y placenteramente ante ello.