Algunos estaban recorriendo Cusco, otros en la Patagonia argentina y otros en el desierto de Atacama, pero cuando vieron las imágenes de los ataques de Hamás, los jóvenes reservistas israelíes buscaron la forma de volver a su país para luchar. La noche de este martes 254 de ellos salieron desde Lima, venidos desde diversos puntos del continente, con destino a la guerra.
Algunos estaban recorriendo Cusco, otros en la Patagonia argentina y otros en el desierto de Atacama, pero cuando vieron las imágenes de los ataques de Hamás, los jóvenes reservistas israelíes buscaron la forma de volver a su país para luchar. La noche de este martes 250 de ellos salieron desde Lima, venidos desde diversos puntos del continente, con destino a la guerra.
«Estábamos haciendo un gran viaje con compañeros del servicio militar, pero es hora de volver», afirma a EFE Roni, de 22 años, dos horas antes de embarcar al vuelo que le llevará de vuelta a su país.
Los jóvenes israelíes suelen pasar meses viajando por Latinoamérica o el Sudeste asiático tras finalizar su servicio militar obligatorio, pero el Gobierno de su país ha llamado a filas a 300 000 reservistas desde el ataque sorpresa que la organización islamista Hamás lanzó el sábado pasado desde la Franja de Gaza, según confirmó este martes a EFE el portavoz del Ministerio de Exteriores, Lior Haiat.
«No me siento feliz, pero es algo que tenemos que hacer», dijo un joven nervioso en la fila para facturar el equipaje junto a otro compañero que declaró con semblante serio que sí se siente «listo» para unirse al Ejército.
El aeropuerto Internacional Jorge Chávez, que sirve a Lima, se convirtió la noche del martes en punto de encuentro de israelíes que viajaban por el continente y que iban a tomar un vuelo con destino a Tel Aviv a las 21.20 (02.20 hora GMT).
Las Fuerzas Aéreas israelíes anunciaron que están enviando aviones de transporte militares para facilitar el regreso de israelíes en el extranjero que quieren unirse a las tropas y un portavoz vinculado con la coordinación de este viaje precisó a EFE que serían 254 pasajeros los que partirían desde la capital peruana.
Roni explica que, en el momento del inicio de los ataques, ella estaba viajando por Panamá, otros amigos por Colombia y otros por Perú, y se han reunido en Lima porque este vuelo era «la opción más rápida» para llegar a Israel, puesto que muchos se han cancelado y reservistas como ella se han quedado varados en aeropuertos de Europa.
«Estoy un poco agobiada, pero con todo lo que está pasando no podíamos simplemente quedarnos aparte, seguir viajando y pretender que no estaba pasando nada en nuestro país, así que volvemos», dice al añadir con determinación que va a llegar a Israel y van a ayudar a los ciudadanos, realizar tareas de rescate, y asistir con las necesidades de comida, agua y todo lo que esté en su mano.
Otro joven israelí, a punto de cumplir 24 años, relata que viajaba en un autobús nocturno por Argentina, y comenzó a recibir mensajes alarmantes de su familia y amigos, y luego videos e información de violación de mujeres y ataques sangrientos por parte de Hamás, y rápidamente empezó a ver cómo podía volver.
«Regresar a Israel es mi elección, no podía quedarme, amo nuestro país y elijo luchar contra los terroristas», sostiene al añadir que acabó su servicio militar hace dos años y que quiere estudiar medicina.
Con enormes mochilas, botas de montaña, ropa de viaje y rostros cansados, más de dos centenares de jóvenes llegaron tensos al aeropuerto peruano, esperando con prisa poder subir al avión que los llevará a su país y cambiar radicalmente su vestimenta.