Un estudio de gran envergadura revela que las mujeres con periodos cortos o largos tienen más probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares
Si le preguntan cuál es el principal signo que alerta de que está sufriendo un infarto agudo de miocardio, lo más probable es que responda que un dolor punzante en el pecho que se irradia al brazo izquierdo. Sin embargo, por lo general eso solo es cierto para la mitad de la población. En concreto, cuando la parada cardiaca se produce en un varón. Y es que, hasta hace no mucho, se desconocía que el infarto presenta síntomas distintos en hombres y mujeres.
De la misma manera, hace unos días, un estudio ponía de relieve que ellas tienen entre dos y tres veces más probabilidades de morir que los hombres después de sufrir uno. Tan solo un par de cifras hacen el dibujo: cada 8 minutos muere una mujer por enfermedad cardiovascular en España. Un total de 63.291 falleció en nuestro país debido a alguna enfermedad cardiovascular en 2021, según la Sociedad Española de Cardiología y de la Fundación Española del Corazón.
Es evidente: la comunidad científica cada vez ofrece más datos en lo que rodea al infarto femenino. El interés es obvio, dado que las mujeres se llevan el mayor golpe posible, que es la mortalidad. Y así, cada vez conocemos más factores que predicen o que aumentan las posibilidades de que una paciente sufra un infarto o una enfermedad cardiovascular. ¿La última? Las menstruaciones irregulares.
Es la principal conclusión de un estudio de envergadura realizado en más de 58.000 mujeres durante un periodo de 12 años. El trabajo ha sido publicado hoy en Journal of the American Heart Association, una revista revisada por expertos de la Asociación Americana del Corazón. A grandes rasgos, la investigación ha revelado que los ciclos menstruales más largos o más cortos se asocian a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, infarto de miocardio o fibrilación auricular (FA).
Menstruación e infarto de miocardio
La duración regular del ciclo menstrual, definida como la duración del ciclo entre 22 y 34 días, a lo largo de la vida reproductiva de una mujer, refleja el funcionamiento normal de los sistemas hormonales conectados entre sí (el hipotálamo, la hipófisis y los ovarios), y son un indicador vital de la salud general. Sin embargo, los ciclos menstruales irregulares son un trastorno endocrino frecuente. Según investigaciones anteriores, alrededor del 20% de las mujeres experimentan ciclos largos o de duración variable.
En esta línea, investigaciones anteriores han descubierto que los ciclos menstruales irregulares están significativamente relacionados con múltiples factores de riesgo de cardiopatías, como la resistencia a la insulina, el colesterol alto, la hipertensión, la inflamación crónica y el síndrome de ovario poliquístico. Otros estudios han descubierto que las mujeres corren un mayor riesgo de sufrir arritmias, o latidos irregulares del corazón, debido a las fluctuaciones hormonales del ciclo menstrual.
«La relación entre las características del ciclo menstrual y los resultados cardiovasculares adversos sigue sin estar clara», afirma la autora principal, el doctor Huijie Zhang, médico jefe y profesor del Hospital Nanfang de la Universidad Médica del Sur de China. `Pero «teniendo en cuenta la creciente prevalencia de las cardiopatías -que afectan al 45% de las mujeres en los países occidentales- y la mortalidad relacionada, es necesario explorar estos factores de riesgo».
Resultados del estudio sobre menstruación y corazón
Para su estudio, los investigadores analizaron los datos de mujeres extraídos del Biobanco del Reino Unido (una gran base de datos con información sanitaria de medio millón de personas) con el objetivo de comprobar si la duración del ciclo menstrual, que era autodeclarada, se asociaba con la enfermedad cardiaca en general y con episodios cardiovasculares específicos en las mujeres.
Este estudio incluyó a 58.056 mujeres con una edad media de 46 años al inicio del periodo de estudio y sin enfermedades cardiovasculares. Los datos sanitarios se recopilaron a través de cuatro visitas de seguimiento que tuvieron lugar entre 2006 y 2010, 2012 y 2013, y en 2014 y 2019. Se excluyó a las participantes con menopausia cuando comenzó el estudio. El final del periodo de estudio fue el 30 de noviembre de 2020.
Durante un período de seguimiento medio de 12 años, se observaron más de 1600 eventos cardiovasculares entre las participantes, incluidos enfermedad coronaria, ataque cardíaco, fibrilación auricular, accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca. Según el análisis:
- Los ciclos menstruales de menos de 21 días o de más de 35 días se asociaron a un riesgo un 19% mayor de cardiopatía entre esas mujeres en comparación con las mujeres con ciclos menstruales de duración regular, definidos en este estudio entre 22 y 34 días, así como a un riesgo un 40% mayor de fibrilación auricular.
- Los ciclos menstruales más cortos se asociaron a un 29% más de riesgo de ECV -enfermedad coronaria, infarto de miocardio, fibrilación auricular, ictus e insuficiencia cardiaca- y los ciclos menstruales más largos, a un 11% más de riesgo de ECV, en comparación con los ciclos menstruales regulares.
- Los ciclos menstruales más cortos se asociaron a un riesgo un 38% mayor de fibrilación auricular, y los ciclos menstruales más largos a un riesgo un 30% mayor de fibrilación auricular, en comparación con los ciclos menstruales de duración normal.
- La duración del ciclo menstrual no se asoció a un mayor riesgo de ictus o insuficiencia cardiaca.
Estos mayores riesgos de enfermedad cardiovascular se observaron en las mujeres independientemente de otros factores de riesgo, como la edad, el origen étnico, el IMC o índice de masa corporal, el hábito de fumar, el consumo de alcohol, la actividad física o el colesterol, entre otros.
Debería tener «importantes implicaciones de salud pública»
«Nuestro análisis indica que las mujeres con disfunción del ciclo menstrual pueden experimentar consecuencias adversas para la salud cardiovascular, por lo tanto, tenemos que concienciar de que las personas con patrones irregulares del ciclo menstrual pueden ser más propensas a desarrollar enfermedades del corazón», dijo Zhang.
«Estos hallazgos tienen importantes implicaciones de salud pública para la prevención de la fibrilación auricular y el infarto de miocardio entre las mujeres y ponen de relieve la importancia de vigilar las características del ciclo menstrual a lo largo de la vida reproductiva de una mujer.»
Entre las limitaciones del estudio, se hallaron algunas como la subjetividad en la interpretación de la paciente sobre si su propia regularidad menstrual. Asimismo, los investigadores no pudieron descartar el posible impacto de la transición menopáusica en los ciclos menstruales irregulares porque no se disponía de datos de las participantes a edades más tempranas que incluyeran los niveles hormonales.
Además, el conjunto de datos del Biobanco del Reino Unido es una población de adultos mayores (de 40 a 69 años), la mayoría de los cuales se identificaron como blancos, lo que significa que los resultados pueden no ser generalizables a mujeres de diversos orígenes raciales o étnicos o a mujeres más jóvenes.
Este estudio fue financiado por el Proyecto Nacional Clave de Investigación y Desarrollo, la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, los Fondos Conjuntos de la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, la Fundación de Investigación Básica y Básica Aplicada de Guangdong y el Programa de Investigación Clínica en Áreas Clave de la Universidad Médica del Sur.