El Gobierno de Brasil reiteró su «consternación» por la «continua violencia registrada» en Sudán e insistió en su pedido de un «cese inmediato de las hostilidades» entre las partes, según informaron fuentes oficiales.
Al menos 413 personas han muerto y 3.551 han resultado heridas en Sudán desde el estallido del conflicto entre el ejército de ese país y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), según los más recientes datos divulgados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra.
Enfrentamientos
Los enfrentamientos estallaron el sábado pasado en medio de conversaciones sobre una reforma del Ejército y la integración de las FAR en el mismo, parte del proceso político para devolver a Sudán a la senda democrática tras el golpe de Estado de 2021.
En un comunicado divulgado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Brasil también condenó los ataques que han afectado a misiones diplomáticas y humanitarias en el país, y pidió que se respete la Convención de Viena de 1961.
Asimismo, se unió al llamado de las Naciones Unidas para que las partes se den una tregua de tres días para atender a la población civil afectada por el conflicto.
«El Gobierno de Brasil hace suya la petición del Secretario General de las Naciones Unidas para el establecimiento inmediato de un alto el fuego de tres días, coincidiendo con las celebraciones de Eid-al-Fitr, una de las fiestas religiosas más importantes para los musulmanes», señala la nota de la cancillería.
La tregua fue aceptada por las FAR, grupo liderado por Mohamed Hamdan Dagalo «Hemedti», pero el Ejército sudanés emitió un comunicado en el que no mencionó esta posibilidad y los combates han continuado durante la jornada, según constató EFE.