Hay algunos problemas que pueden afectar directamente a nuestro sistema inmune y a su capacidad de defensa
El sistema inmune es una compleja red de células, tejidos y órganos cuya principal función es defender al cuerpo del ataque de agentes patógenos como virus y bacterias. Cuando el sistema inmune reconoce a un antígeno, este produce anticuerpos para combatirlos. Es lo que se conoce como “respuesta inmune”.
Una vez que el sistema inmunitario logra vencer al antígeno en cuestión, este queda grabado en su “memoria”. Así, la próxima vez que consiga identificarlo en el organismo podrá enviar los anticuerpos correctos para acabar con la amenaza de la forma más eficiente posible. Este es el motivo por el que no enfermamos cada vez que estamos expuestos a un agente patógeno, es el motivo por el que suele recomendarse no aislar demasiado a los niños de los gérmenes y de las bacterias… y es el motivo por el que las vacunas han sido capaces de salvar tantas vidas. Sin el sistema inmunitario de nuestro lado, no duraríamos demasiado tiempo.
La importancia del sistema inmunitario
Hay algunos problemas que pueden afectar directamente a nuestro sistema inmune y a su capacidad de defensa. Uno de ellos es que se desencadene una respuesta inmune aunque no exista una amenaza real. Es lo que ocurre con las alergias, el asma o las enfermedades autoinmunes, que son aquellas que provocan que el sistema inmunitario ataque a las células sanas de nuestro cuerpo.
Otro problema común es que el sistema inmune que debe protegernos frente a las amenazas externas… no tenga suficientes armas para cumplir con su cometido. Esto puede suceder por muchos motivos, pero lo que suele estar detrás es un estilo de vida poco saludable. Para que nuestro cuerpo pueda enfrentarse a cualquier agente patógeno debemos mantener una alimentación equilibrada, una rutina de ejercicio físico y un descanso suficiente.
¿Tu sistema inmunitario está debilitado?
Infecciones frecuentes
Parece bastante obvio. Pero si enfermamos con más frecuencia de lo normal, es muy probable que el sistema encargado de defendernos frente a estas enfermedades este debilitado. Por eso, sufrir constantes episodios de resfriados u otras enfermedades debe servirnos como una señal de alerta… un aviso de que debemos hacer un cambio en nuestro estilo de vida.
Problemas digestivos
Un mal funcionamiento del aparato digestivo puede ser un signo de inmunodeficiencia. Estos problemas digestivos pueden comprender las diarreas, el estreñimiento, la hinchazón y el dolor de estómago, etc.
Problemas dermatológicos
La piel suele revelar de una forma muy clara la existencia de algún problema inmunológico. Cuando el sistema inmune está débil es normal que aparezcan erupciones, sequedad, (…) o incluso el aumento de la pérdida del cabello.
Cicatrización lenta
Si nuestro sistema inmune está deprimido, las heridas tardarán más tiempo en curarse porque a la piel le costará más regenerarse. Es algo que también ocurre naturalmente con la edad. A medida que nos hacemos mayores, nuestro sistema inmune se debilita cada vez más.