Poner una tapa en el cepillo de dientes no sólo no lo protege frente a las bacterias fecales, sino además que crea el ambiente perfecto para que estas proliferen
Después de la pandemia del coronavirus quedó claro que las peores amenazas para nuestra integridad son aquellas que no se ven a simple vista. Es bien sabido que hay todo un mundo de amenazas ahí fuera que deberíamos evitar, como baños públicos, contenedores de basura, puntos de contacto en el transporte público, etc. Todos estos espacios están llenos de gérmenes que pueden ser muy peligrosos para nuestra salud. Ahora bien, lo que muchas personas no saben (o actúan como si no lo supieran) es que estas amenazas también se encuentran en el interior de nuestro hogar.
El inodoro, el sospechoso habitual
Los gérmenes no se reparten de forma equitativa en nuestro hogar. Hay algunas zonas que -lógicamente- serán más peligrosas, como la tabla de corte, los estropajos, los interruptores o la alfombrilla de la entrada, (…) y como no, en el cuarto de baño.
En general, el cuarto de baño es especialmente susceptible de atesorar multitud de gérmenes como los causantes del E-coli, el norovirus, la Shiguellosis, etc. La temperatura y la humedad del cuarto de baño hace que estas bacterias sobrevivan y proliferen. Al hablar de esto, muchas personas se sentirán tentadas a pensar directamente en el inodoro… como si este fuese el foco más importante de bacterias de nuestra casa.
Pero esto no es así. En realidad, es una de las zonas de la casa que más suele limpiarse y desinfectarse. De hecho, el doctor Chuck Gerba, profesor de microbiología en la Universidad de Arizona (Estados Unidos) afirmó que la taza del váter «es una de las cosas más limpias que te encontrarás en términos de microorganismos» (…) «Normalmente hay 200 veces más bacterias fecales en una tabla de cortar que en un asiento de inodoro», explicó.
Evidentemente, nadie recomienda cortar la carne en la taza del váter. Lo que el doctor Gerba aconsejaba es no descuidar estos objetos que son especialmente vulnerables a los gérmenes (como la tabla de corte) y preocuparse más por su limpieza… casi tanto como lo hacemos por la de la taza del inodoro.
Y esto no significa, en ningún caso, que debamos hacer lo contrario y descuidar la limpieza del inodoro para equipararla a la de la tabla de corte. Al fin y al cabo, no hay tantas bacterias fecales en ningún otro sitio como en las heces. Otra cosa que también es desconocida para el público general es que cuando tiramos de la cadena, hay una inmensa cantidad de bacterias y gérmenes salen despedidos y que pueden llegar a lugares tan delicados como los cepillos de dientes que tenemos en la pila:
Mejor cerrar la tapa antes de tirar de la cadena
Un estudio de la Universidad de Quinnipiac (Connecticut, Estados Unidos) descubrió en el año 2016 que un 60% de los cepillos de dientes en los cuartos de baños compartidos de la residencia de estudiantes de la Universidad tenía materia fecal… y muy especialmente aquellos que estaban cubiertos con una tapa: “El uso de un recubrimiento para el cepillo de dientes no solo no lo protege del crecimiento bacteriano, sino que crea un ambiente donde las bacterias se adaptan mejor al mantenerse las cerdas húmedas”, explicaba Lauren Aber, uno de los miembros del equipo.
Ahora bien, “La principal preocupación no es la presencia de la propia materia fecal en el cepillo de dientes, sino que cuando un cepillo de dientes está contaminado con materia fecal de otra persona, este contiene bacterias, virus o parásitos que no forman parte de la flora normal del individuo”, aclaraba la experta.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores recogieron muestras de los cepillos de dientes de estudiantes que utilizaban baños compartidos por alrededor de otras 10 personas… pero eran baños mucho más grandes. Imagine el lector la cantidad de bacterias fecales (propias y ajenas) que pueden llegar a encontrarse en los cepillos de dientes de una familia de cuatro personas que comparten un cuarto de baño de 5 metros cuadrados.
Por eso es tan importante que cerremos la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena y que desinfectemos los cepillos de dientes de vez en cuando. Una solución sencilla a este problema es utilizar el mismo colutorio que utilizamos para completar la higiene bucal, eliminando las bacterias y microorganismos causantes de la placa. Basta con poner en remojo los cepillos de dientes en un enjuague bucal antibacteriano y agitar el cepillo de dientes en el líquido alrededor de 30 segundos. Asimismo, es importante mantener una buena ventilación en la habitación.