Las expertas recomiendan 10 minutos diarios para hacer la tarea por año de vida escolar desde primero de Primaria y supervisar a los pequeños sin presionarles para evitar conflictos
Los padres multifunción pueden caer en el error de asumir roles que no les corresponden, como en el caso de ser profesores de sus hijos en casa. Sin embargo, sobrepasarse con el papel de enseñar contenidos curriculares a los hijos en casa, desde la presión y la competitividad, genera niños estresados y conflictos. Conviene no perder de vista el hecho de que “ser padres conlleva implicaciones de mayor tiempo de dedicación y enjundia que no conviene mezclar con convertirse también en profesores de los hijos tras la jornada escolar. El hacerlo, conlleva debilitar la autoridad, conocimientos y experiencia del profesor. Con esta actitud, a la larga, los niños desestiman el mando de los padres porque han abarcado áreas que no les correspondían”, explica Pilar Muñoz, psicopedagoga.
Cuanto más nivel formativo de los padres, mayor exigencia con los hijos
Es habitual que los progenitores con más formación académica tiendan a asumir en mayor medida el rol de profesores exigentes con sus hijos. “En general, los padres universitarios son más invasivos, porque consideran que saben más que el maestro. Por otro lado, las expectativas rígidas llevan a los padres a estar hipervigilantes con el rendimiento escolar de sus hijos y el sentido de la competitividad crea altas expectativas con ellos para que superen el nivel que corresponde a su grupo escolar”, añade Muñoz.