Se trata de “Saberes y sabores de República Dominicana y Perú”, nuevo libro de USIL con historia y recetas de ambas cocinas.
La gastronomía peruana se sienta en una buena mesa para dialogar sobre saberes y combinar sabores con otras cocinas. Eso ha ocurrido en “Saberes y sabores de República Dominicana y Perú”, libro editado por la Universidad San Ignacio de Loyola USIL- con la curaduría de la Municipalidad de Santo Domingo, de la República Dominicana.
Mézclese a fuego lento historia, tradición y sabor, frutos del mar y de la tierra, flambee con pisco y ron y ¿qué tenemos? Un libro de 300 páginas en donde, como subraya el título, confluyen el gran saber y buen sabor de lo que se sirve en platos -los potajes- o aquello que va bien en vasos y copas -las bebidas-, delicias de la gastronomía peruana y dominicana.
El libro invita a pensar en lo que somos, en nuestra herencia, en nuestra identidad, pero también en nuestra proyección al futuro. En este sentido, la cocina es el espacio donde se destaca uno de los valores que tenemos los latinoamericanos y caribeños: la creatividad gastronómica.
Una creatividad que se asienta en la diversidad. Diversidad agrobiológica, cultural, producto de corrientes migratorias que llegaron para quedarse e integrarse en una cocción histórica a fuego lento; como se hacen los mejores platos.
La entrada es una pincelada de los rasgos históricos característicos de Lima y Santo Domingo, ciudades declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. El plato de fondo es la investigación más reciente sobre la impronta culinaria que en nuestras civilizaciones originarias dejaron españoles, árabes, portugueses, italianos que llegaron a estas tierras en las primeras oleadas, a los que luego se sumaron ingleses, africanos y asiáticos.
Las corrientes migratorias ampliaron la mesa y con ellos aparecieron los potajes mestizos, conjunto de texturas, aromas y sabores que se fueron mezclándose hasta lograr un sincretismo y llegar a ser hoy lo que somos: una síntesis cultural gastronómica de todas las sangres y todos los gustos.
El postre es un conjunto de recetas de ambos países debidamente maridadas, muy parecidas por fuera, pero con su toque característico que identifica a cada país. “Saberes y Sabores de República Dominicana y Perú” es también por eso un homenaje a esas manos anónimas que mantuvieron su esencia intacta y mezclaron, adobaron, hirvieron, marinaron, frieron, rostizaron, granearon, tostaron o cocinaron la diversidad de frutos del mar y la tierra que nuestros países ofrecen al mundo en canasta, carretillas, mesas ambulantes o restaurantes de cinco tenedores.
La cocina latinoamericana-caribeña vive hoy una nueva etapa de retorno a las raíces, de redescubrimiento de lo original para fusionar esos saberes y sabores tradicionales y mostrarlos al mundo, en muchos casos, con un toque Gourmet. Esto permite que los productos locales sirvan de fuente para la innovación culinaria y el desarrollo económico de ambas naciones.
Rescate de los valores ancestrales, modernidad e innovación, es el presente y futuro compartido que tienen nuestros países por delante. La cocina nos une porque, salvo el comer, todo es ilusión.