Crítico. Escritor y premio Cervantes nicaragüense, exiliado en Madrid, presentó Tongolele no sabía bailar, un libro que denuncia el régimen de Daniel Ortega.
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, sobre el que pesa una orden de arresto en su país por su oposición al Gobierno, denunció este martes que Nicaragua se acerca a un régimen de partido único, pero, pese al riesgo que corría, no pudo sustraerse en su última novela a denunciar el ejercicio desmedido del poder.
Ramírez, premio Cervantes 2017, presentó este martes en Madrid su obra Tongolele no sabía bailar (Alfaguara), que se encuentra secuestrada en su país, una historia sobre Nicaragua y el fin del sueño de la revolución y que fue el detonante de la orden de detención que la Fiscalía nicaragüense dictó contra él.
La pasada semana, el Ministerio Público del país centroamericano lo acusó de “realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia”, y ordenó su detención, aunque se encontraba fuera de Nicaragua.
El autor incómodo
Sergio Ramírez (1942) se consideró una persona “incómoda” en su país desde antes de la novela Tongolele no sabía bailar y dijo que mientras tenga voz la va a seguir utilizando para denunciar lo que ocurre allí, más allá de su condición de escritor, además de recalcar que “el gran ataque” de la dictadura de Nicaragua es contra la libertad de expresión.
Un día antes, en el coloquio de Casa de América con Mario Vargas Llosa, Sergio Ramírez había dicho: “Todos los candidatos presidenciales en Nicaragua han sido enviados a la cárcel históricamente por los dictadores. Esto sería demasiado exagerado hasta para un novelista”.
En este contexto, el autor trata en la novela censurada “la mezcla entre caudillismo e institucionalidad que aún no se ha resuelto en el siglo XXI en América Latina”, y es que Ramírez considera que a 200 años de la emancipación del país centroamericano, “la independencia fue sustituida por el mal del autoritarismo”.
El escritor nicaragüense con nacionalidad española se mostró de buen ánimo e incluso bromeó acerca del oficio de novelista en su país de origen.
“Siempre me he preguntado cómo es ser un escritor sueco o finlandés, donde hay tanta apacibilidad política. En Holanda, el primer ministro va al trabajo en bicicleta; esto en Nicaragua es surrealismo. Cuando Ortega sale a la calle lleva un convoy de helicópteros y cuarenta o cincuenta vehículos”, dijo.
Tongolele no sabía bailar es una novela negra en la que el autor refleja las revueltas populares del 2018, que son reprimidas con dureza por el Gobierno, y en la que habla del fin del sueño de la revolución.
Su protagonista, el inspector Dolores Morales, entra en los acontecimientos reales de la Managua contemporánea, que “en la actualidad está ardiendo”, según contó Ramírez en la presentación del libro en Madrid.
Escribió la novela aprovechando la “calma” que entró en su vida con la pandemia y se dio cuenta enseguida de que estaba tocando “temas explosivos”. “No solo sobre la represión, sino la concepción del poder desde el punto de vista mágico, esotérico, con símbolos de brujería y magia negra, que es propio del ejercicio del poder en Nicaragua hoy en día”.