Un trabajador de hotel del distrito de Curimaná, en la provincia de Padre Abad, descubrió el miércoles último el cuerpo inerte de una niña que se alojaba junto a su padre y su hermano en una de las habitaciones del edificio.
Al lado del cadáver se encontró un insecticida que habría utilizado la menor para quitarse la vida. Sobre la tolva de un patrullero colocaron el cuerpo para trasladarlo al Instituto de Medicina Legal, en Manantay.
Con lágrimas en los ojos, el padre de la joven contó que lo que habría motivado el suicidio de su hija fue la reciente separación que tuvo con su madre. Junto a varios familiares, cargaron el féretro donde duerme “Jimena”.
Cuando el velorio terminó, el padre volteó la mirada hacia el suelo para recoger un reloj de mano que no hace mucho le obsequió a su hija. Se quedó viéndolo como si el tiempo se hubiera detenido para siempre.