Durante marzo la economía nacional creció 18,21% respecto al mismo mes del 2020, lo cual significó su primera tasa en positivo de este año según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), explicada por un rebote estadístico según especialistas consultados previamente.
Asimismo, en el trimestre móvil febrero-marzo-abril, el mercado laboral se recuperó 12,4% en Lima metropolitana; es decir, 454.000 personas consiguieron un trabajo, sumando en total 4,1 millones (ver infografía).
Malas condiciones
Pero este repunte no responde a la calidad en la que se desarrollan las actividades, considerando que el empleo adecuado se contrajo -10,5%: se destruyeron 229.000 puestos formales comparado con 2020 y 1 millón 168 mil 400, a 2019.
Y pese al desequilibrio de las cifras, Alejandra Dinegro, directora del Observatorio de Plataformas Perú, advierte que atravesamos un dilema juvenil tras cerrar el 2020 con el 24% de menores de 25 años que perdieron su trabajo, sobrepasando al grupo etario mayor de 45 años, en donde la caída fue de 14%.
La investigadora recordó que aproximadamente 400.000 adolescentes terminan la secundaria y muchos de este grupo se desempeñan en la informalidad. “El 52% de los jóvenes en un escenario prepandémico trabajaba sin contrato laboral. Hablamos de chicos desde los 15 años que por cuestiones etarias se les considera jóvenes. Consideremos también que el 90% opta por trabajar y solo entre 3% y 5% está en la formalidad”, señaló.
Si bien es prioridad la reactivación económica y evitar la quiebra de empresas, Dinegro cuestionó que no se haya disminuido el desempleo juvenil ni atacado el deterioro de las condiciones en las que se da.
Vale precisar que, según el INEI, la población con empleo adecuado se contrajo más en el grupo de 14 a 24 años (-17%); mientras que en los mayores de 25 y 45 años fue de -11,1 % y -7,1%, respectivamente.
Y en cuanto a la tasa de desempleo, esta se ubica en 29,3% en los jóvenes menores de 25 años, mientras que en los mayores de 25 y 45 años es de 13,7% y 8,6%.
Voluntad
Dinegro propuso reforzar los puentes para que jóvenes en busca de empleo accedan a vacantes en las empresas, pero advirtió que este incentivo no debe caer en vicios como la llamada ley pulpín, donde no se garantiza la estabilidad de los jóvenes contratados.
A su vez, la especialista argumentó que se tiene que focalizar el apoyo a las mypes, las cuales generan mayores puestos de trabajo, pero en muchos casos en situaciones de informalidad. Considerando, además, que no compiten en igualdad de condiciones con las grandes firmas que, al recibir préstamos como Reactiva Perú, optaron por despedir a sus trabajadores.
Otro punto es intensificar la fiscalización de las bolsas de trabajo en los municipios, las cuales en su mayoría se convierten en redes clientelares del mismo y terminan desnaturalizando el fin por el que existen.
María José Gómez, directora de la ONG Forge, añadió que se deben desarrollar en la juventud las competencias y articular la oferta con la demanda mediante la adecuada intermediación laboral, dado que es hora de apostar e incorporar aprendizajes que ya existen con programas innovadores y de alto impacto.
Gómez coincidió en la focalización, planteando el apoyo a programas de formación que prioricen a los peruanos de bajos recursos con el fin de evitar que se sigan ampliando las brechas y las habilidades blandas y digitales que se requiere en el mercado moderno, las cuales “pueden desarrollar los y las jóvenes que tienen muchas ganas y potencial para contribuir con la reactivación económica del país”.
Falta compromiso
Dinegro agregó que la crisis actual agrandó la desigualdad en grupos etarios y sectores que ya la sufrían desde antes del Covid-19, como la mano de obra femenina. Para lo cual tanto Pedro Castillo como Keiko Fujimori, pese a tenerlo presente en sus planes, deben expresar su compromiso explícito para frenar las brechas y garantizar que se respetarán los derechos y se promoverá el empleo decente en estos grupos.
Gómez advirtió que mientras no concluya el proceso electoral se mantiene la precaución en las contrataciones, por lo cual no se puede observar aún cómo reaccionará el mercado.
Se hunde el empleo femenino
El desempleo afecta más a las mujeres que a los hombres, según el INEI: 17,9% contra 12,9%.
Dinegro recalca que la población femenina abarca la mitad de la población total del país, y el 64% de esta trabaja fuera de casa. De este número, 76% lo hace en la informalidad.
“La no presencialidad educativa está llevando a una mayor contratación de hombres por parte de las empresas, que entienden que el sistema machista delega a las mujeres la atención de los niños y niñas que están ahora en casa y reduce su tiempo de disponibilidad para el trabajo productivo”, reflexiona Gómez.
Datos
Caída. El ingreso promedio mensual en la capital se contrajo 6,4% en el último trimestre móvil, pasando de S/ 1.664 en 2020 a S/ 1.557 en 2021.
Diferencias. La población ocupada masculina creció 15,6% en el último trimestre móvil y la femenina, 8,6%.
Reacciones
Alejandra Dinegro, obs. Plataformas Perú
“De hecho que la reactivación ha cumplido su rol en algunos sectores empresariales y segmentos, pero la gran población joven no se ha insertado adecuadamente ni recuperado su empleo de calidad”.
María José Gómez, dir. ONG Forge Perú
“El apoyo a programas de formación que prioricen a personas de bajos recursos económicos es una necesidad para no seguir ampliando las brechas y habilidades blandas que requiere el mercado de hoy”.