Las áreas naturales protegidas se consolidan cada vez más como principales destinos turísticos del Perú al garantizar una experiencia inolvidable gracias a su extraordinaria biodiversidad, impactante belleza paisajística e invalorable riqueza cultural, atributos que deben preservarse.
Si bien hay actualmente 23 áreas protegidas ubicadas en regiones con nivel de alerta extremo y muy alto de contagio de covid-19, que se encuentran cerradas temporalmente al público hasta el 28 de febrero, se espera que una vez que se levante esta restricción y se reanuden las actividades, los turistas podrán visitar estas auténticas sucursales del paraíso.
Asimismo, hay otras áreas protegidas localizadas en regiones con nivel alto y moderado, que tienen un aforo limitado al 50% y 60% de su capacidad total, respectivamente.
A continuación, conoce las áreas naturales protegidas que todo amante de la naturaleza debe conocer.
Reserva Nacional de Paracas
A cuatro horas al sur de Lima por vía terrestre, se encuentra la Reserva Nacional de Paracas, donde se conservan y anidan numerosas especies de aves residentes y migratorias, tortugas marinas, lobos marinos y delfines.
Experimente el placer de caminar por la orilla de sus playas cubiertas con fina arena y sentir el sonido y la fuerza de los vientos Paracas. Este desierto, que aparenta quietud y calma, esconde vida que habita entre el mar y la arena, como las colonias de pingüinos, coloridas bandadas de parihuanas o flamencos, las bulliciosas gaviotas, entre otras especies.
Al igual que el Santuario Lagunas de Mejía, la Reserva Nacional de Paracas es un sitio Ramsar por ser un lugar clave de descanso y alimentación para especies migratorias. No deje de enriquecerse con esta experiencia ecológica degustando deliciosos platos marinos, como las emblemáticas conchas de abanico y el cebiche, cuyos ingredientes básicos se obtienen en la Reserva Nacional de Paracas: otra razón más para conservar su mar y desierto.
Parque Nacional Huascarán
Ubicado en la cordillera tropical más alta del mundo, la Cordillera Blanca, el Parque Nacional Huascarán sobresale por sus montañas nevadas y lagunas altoandinas, que lo posicionan como un atractivo internacional ideal para el turismo de aventura.
Debe su nombre al célebre nevado Huascarán, el más alto del Perú y el quinto más alto del hemisferio occidental, con una altura de 6,768 metros. El impresionante paisaje montañoso es el atractivo central del Parque, donde crece la imponente Puya Raimondi, descubierta y bautizada por el célebre botánico italiano Antonio Raimondi. Esta especie puede llegar a crecer hasta 12 metros de altura y produce racimos de hasta 8,000 flores y 6 millones de semillas por planta.
Y si de deportes se trata, se puede dar rienda suelta a la adrenalina visitando los circuitos de aventura más importantes: trekking, bicicleta de montaña, escalada en hielo y roca, práctica de esquí en Vallunaraju Rurec y Copa, la zona de recreación del nevado Pastoruri. De lo contrario, puede relajarse con un apacible paseo en bote en la Laguna Chinancocha (Quebrada de Llanganuco-Yungay) y en la Laguna Purhuay (Huari).
El Parque Nacional Huascarán fue declarado Reserva de Biósfera e incluido en la Lista de Patrimonio Natural de la Humanidad de la Unesco y Área Importante para la Conservación de Aves, reconocimiento otorgado por la BirdLife International y Conservation International.
Reserva Nacional Pacaya Samiria
Conocida también como la “Selva de los espejos”, la Reserva Nacional Pacaya Samiria fue creada el 4 de febrero de 1982 para conservar ecosistemas representativos de la selva baja de la Amazonía peruana y preservar su diversidad genética. En ese sentido, protege especies de flora y fauna de la Amazonía en peligro de extinción, como el lagarto negro y el lobo de río.
Con un área de 2 millones 80,000 hectáreas, esta área natural protegida comprende parte de las provincias de Loreto, Requena, Alto Amazonas y Ucayali, del departamento de Loreto. Está ubicada en la depresión Ucamara, donde se da la confluencia de los grandes ríos Ucayali y Marañón, los cuales forman sus límites naturales. La parte suroccidental está delimitada por una franja de colinas bajas que forma la divisoria de aguas con el río Huallaga.
La Reserva Nacional Pacaya Samiria alberga una alta diversidad biológica y una importante población humana que aprovecha de sus recursos naturales. Comprende en su interior las cuencas de los ríos Pacaya, Samiria y Yanayacu-Pucate. Aunque mayormente se trata de una planicie de selva baja aluvial e inundable, presenta algunas colinas bajas en las nacientes del Pacaya.
Protege además el área de bosque inundable más extensa de la Amazonía. Este gigantesco humedal motivó su designación como uno de los primeros sitios Ramsar del Perú, en 1992.
En la Reserva Nacional Pacaya Samiria habitan numerosas comunidades, tanto nativas y tradicionales como de colonos relativamente recientes. Su territorio ofrece beneficios a miles de personas en la zona y en las ciudades vecinas, así como la posibilidad de realizar un turismo de primer nivel para conocer la Amazonía peruana. Muestra de ello es que en 2018 recibió 14,202 visitantes, entre peruanos y extranjeros. Y en enero del 2019 tuvo como huésped de lujo al galardonado actor estadounidense Robert de Niro.
Existen tres circuitos turísticos principales: la cuenca Yanayacu-Pucate, desde la comunidad Veinte de Enero, cerca a Nauta, hasta la famosa cocha El Dorado. Es la zona donde se encuentra la mayor cantidad de refugios y zonas de campamento a lo largo del río. La laguna El Dorado es considerada el corazón de la Reserva Nacional Pacaya Samiria y uno de los lugares con mayor concentración de fauna.
Existen también 15 zonas de campamento autorizado en las 8 áreas de uso turístico, tres refugios en la cuenca Yanayacu-Pucate y dos refugios en la comunidad de San Martín de Tipishca. Los circuitos fluviales de varios días en los límites de la reserva, son ofrecidos por empresas que operan en Iquitos y Lima.
Reserva Nacional Allpahuayo Mishana
Esta emblemática área natural protegida ubicada en la provincia de Maynas, región Loreto, tiene un potencial excepcional para el turismo de naturaleza por su cercanía a Iquitos. Fue creada el 15 de enero de 2004 para conservar la diversidad biológica y el hábitat de los bosques de varillal y chamizal que crecen sobre arena blanca y que pertenecen a la ecorregión del Napo, así como la de los bosques inundables aledaños de la cuenca del río Nanay.
Su importancia radica también en que protege parte de las fuentes de agua que abastecen a la ciudad y garantiza el aprovechamiento tradicional de los recursos naturales renovables por las comunidades asentadas en la zona.
En su superficie de 58,069.9 hectáreas se ha registrado la presencia de cerca de 145 especies de mamíferos, varias de ellas muy raras y altamente vulnerables. Entre ellas destacan dos especies endémicas: el mono huapo ecuatorial y un roedor aún no muy estudiado. El primero, junto al tocón negro, son primates protegidos solo en este lugar.
Por otra parte, en toda la reserva existen 475 especies de aves, de las cuales 21 de ellas son exclusivas de los bosques de arena blanca, entre las cuales se incluye a seis especies nuevas para la ciencia y nueve endémicas de la ecorregión Napo. Asimismo, se ha reportado la presencia de 83 especies de anfibios, entre ellas varias especies endémicas. También se han encontrado 120 especies de reptiles y 155 especies de peces.
La presencia de los suelos de arena blanca le da a los ecosistemas forestales de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana características muy particulares y forman la concentración más representativa que hasta el momento se ha detectado en la Amazonía peruana. Su presencia garantiza la existencia de diversas especies vegetales endémicas de la zona como el aguaje de varillal, el caimito de varillal, el aguajillo, el carachacaspi, el irapay, el aceite caspi, entre otras.
Uno de los circuitos a realizar se encuentra entre los Kilómetros 25 y 26 de la carretera Iquitos-Nauta, en predios privados, donde se puede visitar un típico bosque varillal húmedo bajo. Allí se puede avistar a numerosas especies de aves endémicas de estos ecosistemas. En el Kilómetro 23 se encuentra un zoocriadero donde se puede apreciar el manejo sostenible de animales silvestres como el ronsoco y el sajino.
En el Kilómetro 26 se encuentra el Centro de Investigaciones Allpahuayo (CIA) perteneciente al Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), donde se puede apreciar plantas medicinales y frutales nativos en un circuito turístico con trochas interpretativas entre los varillales altos secos y bajos húmedos.
En el Kilómetro 28 se encuentra el puesto de vigilancia El Irapay, donde se inicia una trocha hacia la comunidad de Mishana. En el camino se puede observar numerosos varillajes. En la comunidad de Ninarumi, en las afueras de la ciudad de Iquitos, existe un embarcadero que comunica a las comunidades de la cuenca del río Nanay.
La Reserva Nacional Allpahuayo Mishana fue una de las primeras en recibir visitantes el año pasado cuando se inició la reactivación del turismo. Sin embargo, debido a las medidas adoptadas por el Gobierno para contener la segunda ola de la pandemia de covid-19, y por encontrarse en una región con nivel de riesgo muy alto, esta área protegida se encuentra cerrada temporalmente al público.
Parque Nacional Tingo María
Ubicado a 12 horas desde Lima, esta área protegida alberga una hermosa cadena de montañas conocida como la Bella Durmiente, que asemeja la silueta de una joven doncella que descansa sobre la hierba.
Este impresionante destino nos invita a ingresar en su frondosa vegetación selvática con su complejo sistema de cavernas subterráneas, en que la más famosa es la Cueva de las Lechuzas, habitada mayormente por murciélagos y guácharos, uno de los mayores atractivos del Parque Nacional Tingo María.
En el recorrido podremos deslumbrarnos con las enigmáticas formaciones rocosas, grutas, galerías y los diversos arroyos de agua dulce en relajantes caminatas bajo un cielo tropical de color azul intenso y el cautivante verdor de los bosques amazónicos.
Reserva Nacional Tambopata
Creada hace 19 años para conservar la flora, la fauna y los procesos ecológicos de una muestra de la selva húmeda tropical peruana, la Reserva Nacional Tambopata deslumbra al mundo por su espectacular belleza paisajística y la megadiversidad biológica que alberga y que estamos llamados a preservar. El aforo autorizado a esta área natural protegida es del 60%, dado que se encuentra en la región Madre de Dios, que tiene un nivel de alerta moderado.
La Reserva Nacional Tambopata se ubica al sur del río Madre de Dios, en los distritos de Tambopata e Inambari de la provincia de Tambopata. Fue creada oficialmente el 4 de septiembre del 2000, mediante Decreto Supremo Nº 048-2000-AG y tiene una superficie total de 274,690 hectáreas.
El destino turístico más visitado es el Lago Sandoval, ubicado en la cuenca del río Madre de Dios. Este espejo de agua de 127 hectáreas está rodeado de palmeras repletas de guacamayos y se encuentra a solo media hora por río de Puerto Maldonado. En sus aguas, que pueden ser recorridas en botes de paseo que alquilan los pobladores locales y los albergues, habita una numerosa familia de lobos de río a la que se le aprecia cazando y acicalándose sobre los troncos. También hay una torre observatorio para una vista panorámica.
Los atractivos característicos de Tambopata son las colpas que se hallan en la orilla de los ríos reuniendo a cientos de aves (guacamayos, halcones y loros) ofreciendo un espectáculo de color y sonido espectacular (todo esto en especial entre las 5:30 y 9:00 am).
La Reserva Nacional Tambopata es una de las primeras en el Perú en impulsar una propuesta para ampliar su oferta turística e incluir a todos los sectores de la población, incluyendo a personas con discapacidad, adultos mayores y familias con niños pequeños.
En agosto del 2019, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) inauguró un “sendero elevado de madera”, que tiene un largo de 2,800 metros. Parte desde el puesto de control de la Reserva Nacional de Tambopata y llega hasta el muelle de embarque del lago Sandoval. Esta vía ha permitido reducir el tiempo, de tres horas a 45 minutos. Además, cuenta con señalética interpretativa; zonas de embarque y desembarque en sus puntos de partida y llegada.
Parque Nacional Yanachaga Chemillén
Esta área protegida se extiende sobre la cordillera Yanachaga, en la vertiente oriental de los Andes. Sus ecosistemas de Selva Baja, Selva Alta y Puna Húmeda, albergan más de 5,000 especies de plantas que representa al 25% de la diversidad de flora del Perú, de las cuales aproximadamente unas 600 son orquídeas. Asimismo, existen árboles amazónicos emblemáticos como el cedro, ulcumanu, tornillo, nogal y shihuahuaco.
En cuanto a fauna destacan el oso de anteojos, la nutria de río, el jaguar u otorongo, la sachavaca o tapir, el venado rojo, el venado enano, el mono choro, el gallito de las rocas o tunqui, el relojero, el quetzal de cabeza dorada, el paujil y el águila harpía.
En el lado occidental del área protegida se cuenta con tres lugares para disfrutar de la naturaleza. El sector Huampal, donde se encuentra el cañón más profundo de Selva Central, ideal para observar la maravillosa danza de los gallitos de las rocas.
También está el sector de San Alberto, caracterizado por su bosque de neblina, excelente lugar para el avistamiento de aves como el quetzal de cabeza dorada, el tucán andino y diversas especies de colibrís.
Otro sector es San Daniel, caracterizado por tener una laguna rodeada de orquídeas, un bosque achaparrado y un pajonal, especial para la observación de aves, ubicado a 2400 metros sobre el nivel del mar. En el sector Paujil, ubicado en el lado oriental donde predomina el bosque amazónico, es perfecto para la observación de fauna como tapir o sachavaca, venado rojo, nutria de río, mono choro, el coatí, el lagarto enano y diversas especies de aves.
En las zonas aledañas al Parque Nacional Yanachaga Chemillén se puede apreciar costumbres y tradiciones de la etnia Yánesha y de los colonos descendientes de pioneros austroalemanes.
Santuario Histórico Bosque de Pómac
Se trata de un bosque seco biodiverso, cuna de historia preinca y naturaleza viva hasta nuestros tiempos. La cultura Sicán dejó en Pómac una huella imborrable de su riqueza cultural.
Esta área protegida alberga casi 6,000 hectáreas de bosques de algarrobo, especie endémica de la costa norte peruana. Durante el recorrido podemos conocer el lazo existente entre esta cultura y su entorno natural, dos elementos que se unen para crear un paisaje cultural único, que comprende, además, diversas especies de aves endémicas y la mayor cantidad de pirámides prehispánicas de Sudamérica.
Según la lengua muchik, Sicán significa “casa o templo de la luna” y fue una cultura de la costa norte del Perú, que se desarrolló entre el 900 y 1,100 d.C. cuya capital se estableció en la zona de Pómac.
Al ingresar a la zona arqueológica, se puede apreciar a más de veinte pirámides de adobe distribuidas en un área de 45 kilómetros cuadrados, así como las tumbas de la élite Sicán, la mayor parte de ellas enterradas al pie de las pirámides.
En el bosque es imperdible la visita al mirador Las Salinas, desde donde se tiene una vista panorámica del bosque seco, las pirámides e incluso el curso del río La Leche. También conocer la casa de Karl Weiss (pionero de la actividad apícola en la región), el algarrobo con más de 500 años de antigüedad y de forma caprichosa, al que los lugareños atribuyen milagros y leyendas. También puede apreciarse la huaca Las Ventanas, una pirámide trunca de adobe con más de 10 metros de altura y que forma parte del Complejo Arqueológico Sicán, en donde se descubrió el famoso “Tumi” o cuchillo ceremonial de oro puro.
Reserva Nacional Lago Titicaca
Próxima a cumplir 42 años de creación como área natural protegida por el Estado, la Reserva Nacional Lago Titicaca conserva una gran biodiversidad, apoya el desarrollo socioeconómico de la región Puno y mantiene las tradiciones culturales de las comunidades que habitan las inmediaciones del lago más alto del mundo.
Creada oficialmente el 31 de octubre de 1978, mediante Decreto Supremo N° 185-78-AA, la Reserva Nacional del Titicaca está ubicada en las aguas continentales del Lago Titicaca, en las inmediaciones de las provincias de Puno y Huancané del departamento de Puno, a una altitud promedio de 3,810 metros sobre el nivel del mar.
Tiene una extensión de 36,180 hectáreas. La totalidad del lado peruano del lago Titicaca ha sido reconocida por la Convención Ramsar, el 20 de enero de 1997, considerándose como un Humedal de Importancia Internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas.
En el interior del lago se han establecido tres zonas: el lago Mayor o de Chucuito (con la máxima profundidad de 283 metros); el lago Menor o Wiñaymarca; y la bahía de Puno. El lago tiene cinco ríos tributarios principales: Ramis, Huancané, Coata, Ilave y Suches. La única descarga de sus aguas se efectúa a través del río Desaguadero (lo que representa solo el 9% del total), mientras el resto se pierde por evaporación. La temperatura de sus aguas varía entre 11° y 14° C.
Específicamente, la Reserva Nacional del Titicaca está ubicada en las aguas del lago Titicaca en dos sectores que no tienen continuidad física: el sector Ramis, con 7,030 hectáreas y que está ubicado en la provincia de Huancané, la cual incluye una zona de totoral y una parte pelágica en la margen derecha de los ríos Ramis y Huancané; y las lagunas de Yaricoa y Sunuco, en la margen izquierda del río Huancané.
El otro sector es Puno, con 29,150 hectáreas, ubicado en la provincia del mismo nombre y que abarca diversos totorales comprendidos entre la isla Estévez y la península de Capachica. Gran parte de las conocidas islas flotantes de los Uros se ubica dentro de la reserva, mientras que otras colindan con ella. Asimismo, muchas de ellas están preparadas para recibir visitantes, mientras que otras permanecen solo con fines de vivienda.
En la actualidad, muchos de sus pobladores se dedican al turismo y al negocio de las artesanías, actividades a las que han sumado la pesca y caza tradicionales, con lo cual conservan su ancestral vínculo con los recursos naturales que el lago brinda, convirtiendo esta zona en uno de los potenciales turísticos más importantes de la reserva.
Las comunidades campesinas se han organizado para formar diversos Comités de Conservación, los cuales tienen guardaparques voluntarios que ordenan el uso de los recursos y apoyan en el control y vigilancia de la Reserva Nacional Lago Titicaca. Asimismo, dan cuenta a la asamblea comunal y al personal del área sobre actividades que ponen en riesgo la integridad de la zona protegida.
Turismo en áreas protegidas
El Sernanp sostiene que el turismo es un medio para alcanzar los objetivos primarios de conservación, recreación y educación, y para promover el desarrollo sostenible de las poblaciones locales.
Indicó que, por ello, el impulso al turismo en las áreas protegidas se ha convertido en una de las mejores estrategias de conservación por su bajo impacto en el medio y por crear un efecto multiplicador en las economías locales. Asimismo, el turismo genera mayor conocimiento del valor de las áreas protegidas en la ciudadanía mediante la sensibilización en el destino visitado.
Desde su creación en el 2009, el Sernanp logró incrementar el número de ingreso de visitantes. Destacó que la fórmula ideal para conseguir este gran avance ha sido la suma de esfuerzos entre el Estado, la población local y la empresa privada, consiguiendo la mejora de infraestructuras, servicios y promoción para garantizarle al visitante una estadía y experiencia óptimas.
Este trabajo articulado se fortalece ahora con la implementación del protocolo sanitario para prevenir el contagio de la covid-19, en el marco de la reactivación turística y económica del país.