Desde el año 2003 a la fecha suman 20 los carnavales declarados Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura. Se trata de festividades en los que se manifiesta la vasta riqueza cultural del Perú, así como la entrañable identidad regional de los pueblos expresada en danzas, música y tradiciones colmadas de júbilo y colorido.
Aunque la segunda ola de la pandemia por el covid-19 impide la celebración de estas emblemáticas festividades, es importante recordar cuáles son las fiestas de carnaval declaradas Patrimonio Cultural de la Nación, según la relación de Declaratorias de Expresiones del Patrimonio Cultural Inmaterial como Patrimonio Cultural de la Nación, del Ministerio de Cultura.
Carnaval Ayacuchano
Se trata del primer carnaval regional declarado Patrimonio Cultural de la Nación, el 4 de diciembre de 2003, por el entonces Instituto Nacional de Cultura.
Este reconocimiento destaca que esta festividad constituye una tradición que ha sido conservada no solamente como sentimiento festivo, sino como una propuesta testimonial de la creatividad andina (indígena-mestiza) y que expresa un tributo a la Pachamama o madre Tierra, por la maduración de las sementeras y por tener un carácter ritual.
Carnaval de Patambuco
Este carnaval que se celebra en el distrito de Patambuco, provincia de Sandia, departamento de Puno, alcanzó el 15 de enero de 2020, el reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Nación por representar la cosmovisión quechua de las sociedades puneñas en las que la tierra y el agua constituyen elementos trascendentales para el orden natural y social, y por fortalecer la identidad colectiva de los diferentes sectores del distrito y las comunidades campesinas.
Carnaval de Tarata
El 5 de julio de 2019, el Ministerio de Cultura oficializó la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de la provincia de Tarata, departamento de Tacna, por tratarse de un reflejo de la creatividad artística del pueblo tarateño, por funcionar como un espacio en el que se conjugan elementos de la cultural aimara y europea para la celebración de las cosechas.
También se le reconoce por generar formas de organización social tales como las comparsas, fortaleciendo así el sentido de identidad colectiva en los diferentes pueblos y anexos de la provincia.
Carnaval de Cupisa
Esta festividad, que se celebra en el distrito de San Jerónimo, provincia de Andahuaylas, departamento de Apurímac, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación a este carnaval, el 25 de junio de 2019.
El reconocimiento del Estado responde al importante rol de esta celebración como factor de cohesión social al interior de la comunidad campesina de Cupisa, el profundo sentido de participación colectiva al convocar dentro del mismo contexto festivo a las comunidades aledañas, y el contenido simbólico plasmado en sus elementos distintivos tales como la música, la danza y el vestuario de sus participantes.
Carnaval de Puquina
El reconocimiento oficial como Patrimonio Cultural de la Nación se oficializó el 14 de febrero de 2019. Ello en razón de que esta festividad oriunda del distrito de Puquina, ubicado en la provincia de General Sánchez Cerro, departamento de Moquegua, constituye una manifestación en la que se conjugan diversos elementos de origen prehispánico y europeo que, de acuerdo a la cosmovisión local, favorecen la fertilidad y la reproducción social y agropecuaria, fortaleciendo a su vez la cohesión y la identidad cultural de la población del distrito de Puquina.
Carnaval Jaujino
El 15 de noviembre de 2018 se publicó en el Diario Oficial la Resolución Viceministerial que declaró Patrimonio Cultural de la Nación al carnaval que se festeja en la provincia de Jauja, departamento de Junín.
La declaratoria obedece a que se trata de una de las manifestaciones culturales más representativas de la ciudad y provincia de Jauja; por integrar tradiciones locales y europeas, rurales y urbanas, siendo un vehículo para la salvaguardia de expresiones musicales, del arte textil y del arte culinario tradicional de Jauja, gracias a la organización barrial y a la continuidad de las redes de parentesco y paisanaje que afianzan la identidad y cohesión social de los jaujinos.
Carnaval de Huarín
Esta celebración, que se realiza en el distrito de San Francisco de Asís, provincia de Lauricocha, departamento de Huánuco, fue declarada Patrimonio Cultural el 19 de octubre de 2018.
El Ministerio de Cultura destacó que este reconocimiento responde a que se trata de una celebración que afianza la relación de reciprocidad del pueblo de Huarín con su entorno; que se compone de un sistema de cargos complementarios que involucra una compleja organización política y social. Asimismo, genera un espacio de transmisión intergeneracional de conocimientos productivos relacionados con la ganadería, agricultura y territorialidad al incentivar la participación activa de jóvenes a través de la presencia del cargo tradicional del varayo o alguacil, todo lo cual refuerza la identidad local.
Carnaval de Ichuña
La declaración de Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de Ichuña, de la provincia General Sánchez Cerro, departamento de Moquegua, se oficializó el 1 de diciembre de 2017.
La distinción destaca que se trata de una manifestación cultural que enlaza a las comunidades, anexos y centros poblados del distrito de Ichuña, fortaleciendo la identidad local y generando un espacio de comunicación entre generaciones, siendo el complejo sistema de cargos que componen los warayoq, lo que constituye uno de los aspectos más significativos de esta festividad.
Carnaval de Arapa
El 9 de mayo de 2017 fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación este carnaval del distrito de Arapa, en la provincia de Azángaro, departamento de Puno.
El Ministerio de Cultura sustentó en su declaración que esta festividad constituye una manifestación festiva que se vincula estrechamente a la celebración de la renovación de la vida y de la sociedad, así como al inicio del ciclo agrícola y pecuario. A su vez, se compone de valores que fomentan la religiosidad distintiva del altiplano puneño, en la que se establece a la tierra y al agua como elementos constitutivos de la vida y la sociedad, lo cual refuerza el orgullo y la identidad local y regional.
Carnaval de Sacclaya
El Carnaval de Sacclaya, del distrito de José María Arguedas, provincia de Andahuaylas, región Apurímac, alcanzó el reconocimiento de Patrimonio Cultural de la Nación, el 24 de febrero de 2017.
La declaración precisa que se trata de una singular versión del carnaval andino que hace posible la renovación de los vínculos sociales que cohesionan a la sociedad local, constituyéndose en su principal expresión de identidad cultural en la que se hacen presentes originales manifestaciones de música, danza, culinaria y vestimenta.
Carnaval Tinkuy
El 10 de setiembre de 2015 fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación la manifestación cultural conocida como Carnaval Tinkuy, de los centros poblados de Tambogán y Utao del distrito de Churubamba, en la provincia y región de Huánuco.
La distinción sostiene que esta festividad constituye una compleja celebración y batalla ritual en la que se escenifica y reproduce la memoria histórica de ambos pueblos, conjugándola con un quiebre momentáneo de las dinámicas cotidianas de género, así como el sincretismo entre la iconografía católica de las cruces y la veneración a las jirkas o divinidades tutelares andinas.
Carnaval de Chocorvos
Este carnaval que se celebra en el distrito de Santiago de Chocorvos, provincia de Huaytará, departamento de Huancavelica, fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación el 17 de junio de 2014.
Se trata de una expresión singular del carnaval andino que se ha mantenido, aunque transformado y adaptado a una nueva realidad, lo que constituye un elemento central de la identidad cultural de los pobladores del distrito de Santiago de Chocorvos, subraya la norma que oficializa la declaración otorgada por el Ministerio de Cultura.
Carnaval T’ikapallana
El Ministerio de Cultura resolvió, el 21 de febrero de 2014, declarar Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval Tambobambino, también conocido como T’ikapallana, que se desarrolla en el distrito de Tambobamba, provincia de Cotabambas, departamento de Apurímac.
Esta decisión se fundamenta en que esta celebración, que se ejecuta entre los meses de febrero y marzo de cada año, constituye una festividad que resume las manifestaciones que conforman la herencia local, con juegos, vestimenta y un género de música y de danza característicos de esta zona.
Carnaval de Lircay
El 27 de noviembre de 2013 fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación esta festividad del distrito de Lircay, provincia de Angaraes, departamento de Huancavelica, por su carácter original y su papel en la identidad local, expresión de un universo cultural e historias particulares.
Carnaval Tipaki Tipaki
Esta manifestación cultural que se celebra en los distritos de Acraquia y Ahuaycha, en la provincia de Tayacaja, región Huancavelica, fue reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación en dos oportunidades: el 25 de octubre de 2012 y el 21 de mayo de 2015. El reconocimiento del Estado sostiene que se trata de una expresión de la identidad cultural de dichos distritos.
Carnaval de Marco
La declaración de Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de Marco a esta festividad de la provincia de Jauja, departamento de Junín, se oficializó el 9 de marzo de 2011.
El carácter original en la música, vestimenta y parte de la coreografía, y la adaptabilidad a los aportes de las nuevas generaciones, que contribuyen al fortalecimiento de la identidad regional y nacional, son los principales fundamentos de este reconocimiento del Estado a dicha manifestación cultural regional.
Carnaval de Abancay
Por su gran significación tradicional y contribución al fortalecimiento de la identidad regional y nacional, el carnaval de Abancay, capital del departamento de Apurímac, fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, el 7 de marzo de 2011.
Lo más característico del carnaval abanquino es la esperada “yunza”, en la que los participantes intentan derribar, provistos de un hacha o machete, un árbol adornado con serpentinas, globos, regalos y frutas. En las calles se aglomeran las comparsas, bandas, bailarines y los esperados carros alegóricos.
La festividad empieza con un concurso de trajes típicos en el que intervienen los artesanos exponiendo sus mejores vestimentas para damas, que incluyen una lliclla, sombrero de paja, blusa y falda multicolor, y los hombres con un traje típico de varones: poncho de nogal, pantalón, sombrero, zapatos, y chalinas, donde predominan los colores negro y blanco. También hay elección de la Señorita Carnaval y del carnaval campesino. En el Carnaval Abanquino la alegría, picardía y originalidad están por doquier.
Carnaval de San Pablo
La declaración de Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de San Pablo del distrito de San Pablo, provincia de Canchis, región Cusco, se oficializó el 24 de setiembre de 2010.
La distinción destaca que esta festividad constituye un circuito ritual con vertientes indígenas y mestizas de gran riqueza cultural y originales expresiones musicales y coreográficas, que contribuye a la afirmación de la identidad colectiva regional y nacional.
Carnaval de Santiago de Pupuja
El 10 de setiembre de 2010 se declaró Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de Santiago de Pupuja, provincia de Azángaro, región Puno, por ser una tradición que se ha mantenido, e incluso extendido a otras fechas del calendario festivo del distrito, testimoniando su capacidad de adaptación, por la originalidad y belleza de su música, danza y vestuario, y por su hondo contendido simbólico expresado en los rituales a los cerros protectores, contribuyendo así a la afirmación de la identidad colectiva regional y nacional.
Carnaval de Pampamarca
El 2 de junio de 2020 se oficializó, mediante Resolución Viceministerial N° 082-2020-VMPCIC-MC, la declaración como Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de Pampamarca, que se celebra en el distrito de Cotaruse, provincia de Aymaraes, departamento de Apurímac.
Ello responde a que se trata de una expresión local del carnaval andino que ha mantenido rasgos originales en su organización y su particular expresión musical, expresando una concepción del mundo basada en la relación recíproca entre las personas y su entorno geográfico para la renovación del ciclo productivo y vital, y por erigirse como un vehículo de identidad local.