Los tumores digestivos provocan alrededor de 30.000 muertes al año en España, pero modificar o evitar los factores de riesgo, la detección y el tratamiento temprano reducen su mortalidad. Por ello, en el Día Mundial contra el Cáncer la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), con la colaboración de Laboratorios Vilardell, pone en marcha una nueva oleada de su campaña “Cuidatex5”, con el objetivo de ampliar el conocimiento y concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de los 5 tipos de cáncer en el aparato digestivo: de estómago o gástrico, de páncreas, de hígado, de colon y de esófago.
Según datos proporcionados por la OMS (Organización Mundial de la Salud) los tumores responsables del mayor número de fallecimientos a nivel mundial en 2018 fueron el cáncer de pulmón (18,4% del total de muertes por cáncer), el cáncer colorrectal (9,2%), el cáncer de estómago (8,2%), el cáncer de hígado (8,2%) y cáncer de esófago (3,4%), es decir, que cuatro de los siete cánceres más comunes en dichas muertes son del sistema digestivo. En España, el número de fallecidos en nuestro país por cáncer digestivo se distribuyó de la siguiente manera: cáncer colorrectal 11265, páncreas 7120, estómago 5053, hígado 5141 y esófago 1824 fallecidos.
La estimación del número de nuevos casos de cáncer del tubo digestivo que se diagnosticarán en España para el año 2020 fue: esófago 2383, estómago 7577, cáncer colorrectal 44231, hígado 6595 y páncreas 8338, según las cifras publicadas por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
El número absoluto de cánceres diagnosticados en España ha continuado en aumento desde hace décadas en probable relación con:
El aumento poblacional (la población de España creció en 163.336 personas durante la primera mitad de 2019 y se situó en 47.100.396 habitantes).
El envejecimiento de la población (la edad es un factor de riesgo fundamental en el desarrollo del cáncer).
La exposición a factores de riesgo (como el tabaco, el alcohol, la contaminación. la obesidad, el sedentarismo entre otros muchos).
En algunos tipos de cáncer como el colorrectal, y los de mama, cérvix o próstata, el aumento de la detección precoz. De hecho, si los programas de detección precoz son adecuados, deberían conducir a un aumento del número de casos, pero también una reducción de la mortalidad. Debido a la combinación de estos factores, se puede dar el caso de que a pesar de que la exposición a factores de riesgo no varíe a lo largo del tiempo, el número absoluto de casos aumente debido a los otros dos factores (aumento poblacional y/o envejecimiento).
Sin embargo, en los últimos años parece identificarse en la población española una estabilización en la incidencia del cáncer en varones (debido a la reducción del número de tumores relacionados con el tabaco, por la disminución del tabaquismo en hombres), mientras que en mujeres se observa un incremento global (debido al aumento del hábito en mujeres, que condiciona un aumento de tumores relacionados con el tabaco).
Otros factores, como el relativo estancamiento poblacional a partir de 2008 o el incremento de casos debidos a la implantación de programas de detección precoz, parecen tener un impacto menor en las cifras absolutas.
Según la Dra. Mileidis San Juan Acosta, responsable del comité de Actividades Fundacionales de la FEAD: “Desde la Fundación queremos potenciar la prevención contra el cáncer. Por una parte, la prevención primaria, que consiste en reducir la incidencia de la enfermedad a través de evitar la exposición a determinados factores causales cuya presencia es necesaria o favorece la aparición de la enfermedad oncológica. Por otra parte, la prevención secundaria, que trata de detectar lo antes posible los tumores en personas sanas para que, a través de una intervención apropiada en esta fase precoz, se pueda modificar la historia natural de la enfermedad”.
Por ello, uno de los objetivos de la campaña “Cuídatex5” es visibilizar las 5 medidas clave para la prevención de los cánceres del Aparato Digestivo que promueve Código Europeo contra el cáncer, así como desarrollar información:
Evitar el consumo de tabaco: al dejar de fumar, el aumento en el riesgo del cáncer inducido por fumar desaparece. La ventaja es evidente en el plazo de 5 años y es más marcado con el paso del tiempo.
Dieta saludable y evitar la obesidad: es conveniente consumir diariamente verduras y frutas, limitar el consumo de alimentos que contienen grasa de origen animal (a excepción del pescado), de productos lácteos y otros derivados de las grasas (particularmente ácidos grasos saturados), limitar los alimentos hipercalóricos (ricos en azúcar o grasa) y las bebidas azucaradas, evitar la carne procesada y limitar el consumo de carne roja y de alimentos con mucha sal.
Realizar ejercicio físico diariamente: muchos estudios constatan que la actividad física regular está asociada con una reducción en el riesgo del cáncer de colon.
Moderar el consumo de alcohol: existen evidencias de que el consumo de alcohol aumenta el riesgo del carcinoma de células escamosas del esófago y de que el riesgo del cáncer de esófago se reduce un 60% a los 10 años o más después de dejar de beber. Beber alcohol también se asocia fuertemente al riesgo de cáncer de hígado a través del desarrollo de cirrosis hepática. Y también se ha apreciado una correlación lineal con la cantidad de alcohol consumida y un riesgo elevado cáncer colorrectal.
Cribado y vacunación: existe evidencia de que el cribado del cáncer colorrectal en población de riesgo medio, con prueba de sangre oculta en heces anual o bienal o colonoscopia cada 10 años, disminuye la incidencia y la mortalidad por esta neoplasia.