Matilde Gamarra Rivero acaba de publicar Una piedra en el camino, (Lima, 2020), un conjunto compacto de poemas que viene a sumarse a la sostenida obra literaria de la autora que ha publicado antes los libros de poemas Las luces apagadas (1997), 1991 y otros años (1999), Trabajo de campo (2008), entre otros. También ha publicado libros de ficción como Grandes almacenes, tres novelas cortas, un cuento (2014) y la novela Los límpidos colores (2017).
Los versos que ahora nos entrega son de una concentrada belleza, esencias del estro de la poeta que vive y expresa los tiempos duros que compartimos. Dice, por ejemplo: “Es el ocaso./Mi cuerpo no resiste más./Mi alma tampoco./Mis huesos crujen./Mis recuerdos también./Hubo una niña que paseaba por el jardín/oliendo todas las flores. Tocando todas las hojas./Esa ya no soy yo”.
Los versos propuestos son un buen ejemplo de la tónica general del manojo de poemas. Pocas veces en la poesía peruana se ha expresado el dolor con tal intensidad y solvencia. Cierto es que Vallejo en los tiempos de Los heraldos negros habla de un profundo sufrimiento, si bien revestido con las pieles lujosas del modernismo, y es verdad también que hay una tristeza profunda en muchos de los poemas de Eguren, y es ejemplificador también el profundo sufrimiento que vemos en el propio Vallejo de Poemas humanos. Los versos de Matilde Gamarra no son los del dolor desgarrado en imprecaciones como el libro de Job de la Biblia ni el estridente de los poetas norteamericanos de mediados del siglo XX. Es un dolor profundo, que dice las palabras exactas, recogiendo la voz de poquedad de los poetas italianos llamados herméticos, y la profunda serenidad en la opacidad y la persecución que tuvo Sor Juana Inés de la Cruz, la poeta mexicana.
El peso de la existencia
La poesía de Matilde Gamarra en el contexto de la escritura de mujeres en el Perú es muy original: no explota la presencia del cuerpo ni aborda directamente la sexualidad, habla de las esencias del ser humano, concierne a los hombres y mujeres de todas las latitudes. En la profundidad, no en la superficie de los poemas de Gamarra, está la lección que sigue brillando de los existencialistas franceses Sartre, Camus, y Simone de Beauvoir: la vida difícilmente tiene sentido, el ser humano está arrojado entre las cosas. Notables poemas, destinados a durar.
El libro puede adquirirse en Lima en las librerías El Virrey de Miraflores, Communitas de San Isidro y Zeta Books de Miraflores. Anuncia próximos libros: Rosita Campos Silva va a la escuela (cuento), Friné. El reflejo de una vida (novela) y Toque de queda (cuentos).