La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud bucodental como “la ausencia de enfermedades y trastornos que afectan boca, cavidad bucal y dientes, como cáncer de boca o garganta, llagas bucales, defectos congénitos como labio leporino o paladar hendido, enfermedades periodontales, caries dental, dolor orofacial crónico, entre otros”. Profesionales en este campo declaran la importancia de mantener unos correctos hábitos en los niños, con la principal tarea del padre de ser un buen reflejo en cuanto a cuidado e higiene en el hijo, esto engloba, la promoción, educación, prevención y protección. Como dato a destacar cabe decir que todos los bebés nacen con los brotes de los dientes.
César Lamela es odontólogo colegiado, especialista en “carga inmediata” (colocar implante y dientes fijos atornillados provisionales el mismo día), en Madrid. Su campo es la rehabilitación en adultos que han perdido algunas de sus piezas bucales o la totalidad. Con injertos óseos y prótesis fijas logra que sus pacientes recuperen la calidad de vida perdida a la hora de comer y en su vida social. El que un niño lleve un eficaz proceso y rutinas para prolongar su salud bucodental depende sin lugar a dudas de la educación que reciba de sus progenitores. “Cada día llegan a mi consulta personas, entre ellos padres y madres, con falta de prevención e higiene insuficiente. Uno de los fallos más recurrentes es la dejadez y en palabras mayores, una educación bucodental insuficiente. Concretamente, la gente no está habituada al uso del hilo dental u otros medios de limpieza interdental y esto causa en muchas ocasiones, la pérdida de piezas dentales”, declara el odontólogo.
Los padres deben crear hábitos en la higiene bucal de sus hijos
Lamela agrega que “los padres deben crear en los hijos una costumbre de higiene bucal diaria, comprendiendo dientes, mejillas y lengua”. “La rutina debe basarse en la limpieza de los dientes después de cada comida y acudir al dentista una vez al año para hacer revisiones. Será así como se forme a los niños en la prevención, siendo esta la mejor manera de evitar enfermedades bucales en una edad más adulta”, manifiesta el especialista. Las visitas al dentista pueden ayudar a alertar problemas tempranos y permitirán que el niño se vaya haciendo al profesional y pierda el miedo o descarte la relación que se da con el dolor. “Los padres deben controlar la ingesta de alimentos altos en azúcares y apostar por una dieta equilibrada y saludable, además de incentivar el cepillado y seguir las recomendaciones ante las técnicas de higiene del experto”, asevera el Dr. Lamela.
En datos de la FDI World Dental Federation (septiembre, 2020), la caries en los dientes es “la enfermedad crónica más extendida en el mundo, afectando al 44% de la población mundial”. Ante esta afirmación Lamela amplía y matiza la información: “También es cierto que esto engloba a todos los países con sus diferencias socioeconómicas y culturales. Pero, por supuesto, es una de las enfermedades más fáciles de esquivar, de ahí la necesidad de lo anteriormente expuesto, una adecuada educación bucodental por parte de los padres a los niños y la normalización de las revisiones anuales”, conviene el profesional.
Son muchos los ciudadanos de clase media-baja que no pueden pagarse determinados tratamientos dentales. Hace unos días se reabría el debate acerca del “dentista gratis” propuesto por Sanidad en enero de 2020 y aplacado por la pandemia. Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentista de España, aseguraba que Salvador Illa, exministro de Sanidad, debería tomar como ejemplo otros países donde ese tipo de servicio cuenta con ayudas para la gente. PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos y PP, incluyeron algunas propuestas en sus programas electorales y apuestan por su cumplimiento en los próximos años. El experto concibe la idea de la odontología gratuita como “una utopía”. “En nuestro país disponemos de una odontología en la seguridad social de tipo “básica o de urgencia” y así debería seguir siendo”, sostiene el colegiado en odontología. “Eliminar infección y dolores agudos es lo que, bajo mi punto de vista, se debe incluir en un servicio de calidad equilibrado de un país. Incluir otros tratamientos dentales generarían un gasto muy elevado y hay que tener en cuenta que casi el 100% de la población necesita tratamiento dental, en mayor o menor medida (o con mayor o menor gasto), en algún momento de su vida y eso conduce a que la idea resulte casi insostenible”, adiciona el especialista.
Para Lamela, “los padres deben inculcar y supervisar el cepillado de sus hijos desde pequeños. Todos los niños deberían cepillarse ellos mismo tres veces al día los dientes, al comienzo con pastas de dientes para niños, incluso sin pasta o una cantidad mínima de gel”. El experto incide en que, por la crisis sanitaria, los niños deben estar convenientemente informados para no desatender su salud bucodental en los colegios, “utilizando su propio cepillo y pasta de dientes y lavándose bien las manos”. “Lo más importante tanto en niños como en adultos, es una buena limpieza mecánica de los dientes, es decir, eliminar por completo los restos de alimentos y placa y no tanto las marcas de dentífricos o los colutorios. En jóvenes y adultos hablaríamos además del uso de métodos de limpieza interdental, como el hilo interdental, cepillos interproximales o irrigadores bucales”, subraya el médico especialista en odontología.
Por último, para el experto, hay que atender la salud bucodental desde la infancia porque “a más avanzada edad, más habrán sufrido nuestros dientes”: “Existirá un mayor desgaste del periodonto. El periodonto son los tejidos que soportan al diente, hueso y encía. Se crean más espacios entre las piezas dentales con lo que hay más reservorio en la boca para almacenar restos alimenticios que formaran placa y después sarro (el gran enemigo del diente). Por esto y convirtiéndose en un pensamiento adquirido ya desde una pronta edad, es muy importante elevar el cuidado y el tiempo utilizado diariamente en la limpieza bucodental”.