El último lunes se presentó una demanda en contra de Alphabet Inc. compañía de Google, para que elimine Telegram de la Play Store, tienda digital de aplicaciones en dispositivos Android, pues el acusador señala que la app facilita la violencia, el extremismo y el antisemitismo.
Según detalla Bloombeg, conocido portal especializado en tecnología y videojuegos, fue Marc Ginsberg, quien desempeñó el cargo de embajador de Estados Unidos en Marruecos de 1994 a 1998, la persona que demandó a Google para que un tribunal de California obligue a la compañía a eliminar Telegram de la Play Store de Android.
En su acusación, el exembajador de Estados Unidos menciona que la aplicación creada por Pável Dúrov fue usada después del asesinato de George Floyd y de la toma de la posesión de Joe Biden como presidente de EE. UU. para amenazar, alentar y coordinar actos de violencia racista.
Marc Ginsberg también afirma que después de los violentos disturbios en el Capitolio el 6 de enero, Google suspendió de su tienda de aplicaciones Parler, una red social alternativa a Twitter utilizada por partidarios de Donald Trump, porque varios de sus usuarios estuvieron de acuerdo con el asedio y animaron los episodios de violencia que tuvieron lugar en Washington D. C.
“Google no ha tomado ninguna acción contra Telegram comparable a la acción que ha tomado contra Parler para obligar a Telegram a mejorar sus políticas de moderación de contenidos”, se lee en la demanda.
El último 18 de enero, Apple también había sido demandado por la Coalición por una Web Segura para que la compañía de la manzana mordida elimine Telegram de la App Store, donde señalan que la “app es usada por supremacistas blancos, neonazis, y otros usuarios que incitan al odio, y que eso viola los términos de servicio de la tienda digital”.
Desde antes de que se presente la demanda contra Apple, Pável Dúrov, creador de Telegram, señaló que su equipo había cerrado de forma permanente varios grupos públicos que estaban integrados por personas que organizaron y alentaron el asalto al Capitolio de Estados Unidos el pasado 6 de enero.