Las autoridades de la ciudad nororiental china de Harbin detectaron más de 40 casos de la COVID-19 relacionados con un importante matadero avícola, lo que ha supuesto que algunos supermercados de la zona retiren sus productos a la espera de hacerles pruebas a los trabajadores.
De los 41 casos totales de los que el Gobierno municipal dio parte anoche, 10 son empleados de la planta que presentan síntomas; de los 31 asintomáticos, 28 son trabajadores y los otros 3, familiares.
La fábrica, perteneciente al conglomerado tailandés Charoen Pokphand (CP, uno de los mayores productores de carne de ave del mundo), sacrifica a unos 58 millones de pollos al año y también procesa miles de toneladas de procesados o de soja y derivados, según el portal de noticias Sina.
Tras detectarse este brote, el Gobierno local decidió cerrar temporalmente la fábrica y tomar más unas 1.650 muestras ambientales, entre las que se han encontrado virus en partes del matadero o en las cámaras frigoríficas, así como en el empaquetado exterior de varios productos.
Por su parte, Yonghui, la tercera mayor cadena de supermercados del país por volumen de ventas, retiró todos los productos procedentes de la fábrica afectada de sus establecimientos en la provincia de Heilongjiang, de la que Harbin es capital, según el diario económico Jiemian.
Según fuentes del sector de la distribución citadas por Jiemian, hasta el momento, los productos importados desde el extranjero en cadena de frío han de someterse a pruebas del coronavirus en los controles aduaneros, mientras que los producidos en China, no han de cumplir con ese requisito.