La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos autorizó la primera prueba contra la COVID-19 para hacerse en casa, que se puede comprar sin receta y da el resultado en unos 20 minutos.
La prueba, que fabrica Ellume, con sede en California, se venderá por unos 30 dólares. La compañía planea lanzar al mercado 3 millones de unidades en enero de 2021.
Stephen Hahn, comisionado de la FDA, dijo que la autorización de uso de emergencia para esta prueba representa un “hito importante”.
“Estamos ayudando a ampliar el acceso de los estadounidenses a las pruebas de diagnóstico, reduciendo la carga de los laboratorios y del suministro de los tests, y brindando más opciones desde la comodidad y seguridad de sus propios hogares”, señaló.
Es una prueba de “antígeno”, lo que significa que funciona detectando una molécula de superficie del coronavirus, a diferencia de las pruebas de PCR que buscan el material genético del virus.
La tecnología usada es similar a la de un test de embarazo.
La prueba de Ellume utiliza un hisopo nasal que no va tan profundo como los hisopos nasofaríngeos utilizados en hospitales y laboratorios, por lo cual es más cómodo de autoadministrar. La muestra se inserta luego en un cartucho de un único uso.
Según la FDA, el test identificó correctamente el 96% de las muestras positivas y el 100% de las muestras negativas en personas con síntomas.
En personas sin síntomas, identificó correctamente el 91% de las muestras positivas y el 96% de las negativas.