Aunque no le gusta este encierro permanente, Leonardo Padura cumple al pie de la letra las reglas sanitarias para no infectarse. Por teléfono nos cuenta que extraña el olor de la calle, los amigos y los viajes que comenzaron a multiplicarse debido a su creciente fama como escritor traducido a 30 lenguas. Su voz se entremezcla con los bocinazos de los carros viejos que circulan por Mantilla, el lugar de la Habana, donde el autor de El hombre que amaba a los perros habita la casa familiar de la cual no se ha movido desde su nacimiento.
En este tiempo de cuarentena aprovecha para revisar el cine de Bayda y Bernardo Bertolucci y practicar las lecturas paralelas de El Quijote de la mancha de Miguel Cervantes y Saavedra y La florida del inca de Garcilaso de la Vega. Nos dice que ambos libros se publicaron el mismo año (1605) pero tienen una visión diferente de la caballería. El de Cervantes entierra la novelística de caballería y, Garcilaso, con su crónica que da cuenta del intento de Hernando de Soto de conquistar Florida (EEUU), inaugura la caballería en el nuevo mundo. Está abocado a escribir un ensayo sobre ello.
Antes de empezar a escribir un libro tiene un ritual obligado, sobre todo si es ficción: relee Conversación en la catedral de Mario Vargas Llosa. Le da respuestas para expresarse mejor.
-Como polvo en el viento, su última novela, habla del exilio cubano tras la revolución. Este es un fenómeno común en nuestros países. ¿Que da y deja un exilio?
Todas las emigraciones son altamente traumáticas, alejarse del mundo al que uno pertenece: lengua, costumbres y vivir en contextos diferentes. Nadie se va del sitio en que es feliz. En América Latina, hemos vivido intensos movimientos migratorios por razones políticas, económicas y sociales. Sobre todo, en países de Centroamérica se emigra por supervivencia.
-Cuando se migra, en estas condiciones, es difícil llevar costumbres e intentar una transculturización por la discriminación.
La migración individual busca la integración, la invisibilización para la búsqueda de un espacio, sin embargo, cuando esos movimientos son masivos existe una tendencia a la reagrupación o reidentificación. Hay un caso conocido, la de los barrios chinos que acogían a los chinos migrantes, ahí reproducían su aldea de Cantón en Lima, la Habana y Panamá. En mi novela hablo de Hialech donde migraron cientos de cubanos y llevaron con ellos sus costumbres. Ellos viven con un pie ahí y el otro que aún lo mantienen en Cuba.
-Cuando hay elecciones en EEUU importan en Cuba por las relaciones que tendrá el futuro gobernante con la Isla. Con Donald Trump hubo un retroceso a lo iniciado con Barack Obama.
Las políticas iniciadas por Obama quedaron en suspenso. Vivimos un momento bajísimo de las relaciones internacionales. La embajada de los Estados Unidos está prácticamente cerrada. No se puede viajar por el cierre de fronteras, el envío de remesas es complicado, toda la política del bloqueo ha recrudecido y eso responde a intereses electorales. Hay una parte de la comunidad cubana que vive en la Florida y que está a favor de esas políticas agresivas contra Cuba (votarán por Trump). Hay algunos cubanos que han definido a Obama como un negro comunista. Creo que les molestaba que sea negro más que comunista. Ahora quiere hacer creer que Biden instalará un sistema comunista en EEUU cuando ellos saben qué es el comunismo.
Su centro de operaciones de Padura es la Habana. Sus escritos no han recibido la censura del régimen cubano.
-En varios ha sido crítico?
Los niveles de censura en Cuba de los setenta eran elevados. Hubo un decenio negro de la cultura cubana. En esa época era un delito sacar un libro y publicarlo en otro país. Ahora no tengo relación con editoriales del estado cubano, mis editores están en España y con ellos discuto cuestiones artísticas y no contenido. Cuando mis libros llegan a Cuba la promoción es inexistente, los reconocimientos que tengo prácticamente no tienen ningún reconocimiento en mi país, en algunos espacios de información mi nombre está limitado o censurado.
– ¿Sigue siendo ateo?
Sí, aunque a veces creo en Dios, en Cuba creemos en Dios y en la virgen cuando truena (cuando las cosas se ponen mal). Tengo deslices místicos, pero soy muy materialista y creo que lo que veo.
-Mencionó lo del Quijote. En su novela El hombre que amaba los perros hay mucho de utopía. Trotsky el personaje histórico de la revolución rusa es un Alonso Quijano peleando con molinos de viento.
Esa novela es sobre la gran perversión de la utopía igualitaria del siglo XX. Con el asesinato de Trotsky hay un punto de no retorno. Hay mucho de utopía, de adónde podemos llegar si tenemos razón o no.
-Trotsky planteaba un socialismo menos autoritario, distinto al de Stalin. Si se hubiese seguido su pensamiento habría sobrevivido esta ideología de contrapeso al capitalismo.
En la historia, la especulación no tiene espacio, tratar de imaginar a Trotsky al frente de la Unión Soviética es una tentación, pero también un peligro, vamos a caer en un mundo improbable. Ahora, si me fuerzas mucho, te diría, con Trotsky hubiese ocurrido lo mismo, con la diferencia de que de 20 millones de muertos a él se le echaría un millón pues él habría escogido a los que necesariamente había que matar .No hubiese sido un asesino psicópata como Stalin.
-Cuando escribió esta novela usted partió de la admiración o repulsión a Trosky
El resultado de la novela es bastante favorable a la figura histórica de Trosky pero tengo una relación ambigua con él, no siempre se debe partir de una admiración y un respeto, como me ocurrió con el personaje del poeta cubano José María Heredia En la novela de mi vida o cuando trabajé con Rembrandt en Herejes, en Adios Hemingway tengo una relación contradictoria con él, admiración por el escritor y muy crítico frente al Hemingway persona. Con Trosky me pasa lo mismo, hay cosas muy positivas de él, otras no, por ejemplo, su fanatismo, su relación con la familia, poner la política por encima de todo-de la familia, amistad, valores éticos- ahí tengo una contradicción con él pero lo admiro por su persistencia, inteligencia y capacidad de advertir cómo se desintegraba el proyecto utópico de la Unión Soviética.
-Escribió Los rostros de la salsa, entrevistas con salseros. ¿La música cubana es determinante en Latinoamérica?
En el siglo XX, hubo tres cosas que movieron al mundo, la música de Norteamérica, la cubana y brasilera. El bolero cubano viajó por toda Latinoamérica, luego el mambo y el son cubano se convirtió en una influencia universal. El fenómeno de la salsa y los ritmos cubanos sirvieron de base para generar un proyecto de fusión musical en donde entraron otros ritmos del Caribe, lo dominicano, Puerto Rico, Panamá, Venezuela.
-El reguetón también nace en el Caribe.
El reguetón no es una causa sino una consecuencia, no se examina de donde sale ese fenómeno. Sin duda del desgaste de la sociedad del Caribe contemporáneas. La pérdida de valores sociales, personales y apreciación ética provocó el auge de este ritmo, una manifestación que sale de esa desintegración social y se expresa a través de esas letras terribles.
-¿Continúa leyendo a Vargas Llosa antes de escribir una novela?
La buena literatura o arte no tiene fecha de vencimiento, si colocas a un pintor contemporáneo frente a una obra de Rembrandt o Goya, con lo último recibes una buena lección, con los libros pasa lo mismo. Claro está que los procesos de creación varían, no sería lo mismo si yo escribiera como Benito Pérez Galdós o como escribía Cervantes. Vargas Llosa es uno de los escritores que contribuyó a crear una nueva literatura latinoamericana. Para mi Conversación en la catedral es un rito, no sé cuántas veces lo he leído, ahí a veces encuentro soluciones para las cosas que yo quiero decir, y ellos lo han dicho de manera excelente y ahí está Alejo Carpentier, Cabrera Infante, Fernando del Paso, etc.
El dato
Charla. Leonardo Padura conversa con Alberto Vergara el jueves 5 de noviembre. Hora: 7:30 a 8:15 p.m. Ingreso gratuito vía la plataforma de Hay Festival. Solo hay que inscribirse para acceder a la conferencia.
Agenda
Evento 5.
Horario: 10.00 a 11.00/ Muhammad Yunus, Premio Nobel 2006, considerado el banquero de los pobres conversa con Iñaki Gabilondo.
Evento 6:
Horario:11.30 a 12.30/ Facundo Manes con Iñaki Gabilondo conversan sobre las nuevas tecnologías y si estas tienen un efecto en el desarrollo cerebral.
Evento 7:
Horario:18.00 a 19.00/ Yuval Noah Harar conversa con Anita Anand conversan sobre diversas ediciones del Hay Festival.