Las tasas de vacunación infantil en España superan el 95%, un país en el que la inmunización no es obligatoria, sino opcional. Otros países, hasta 14 en toda Europa[entre ellos, Francia e Italia], han tenido que imponerlas en niños y niñas por el avance sin control de los movimientos antivacunas. “Las vacunas salvan vidas y constituyen la medida preventiva más eficaz de todos los tiempos. Sin embargo, muchas veces los padres tienen miedo porque se trata de inyectar algo que creen que puede causar daño a su hijo que en ese momento está sano”, explica Agustín Remesal, director del centro médico Montepediatras y coordinador de la Unidad de Reumatología Pediátrica en el Hospital Universitario La Paz.
“Pese a que podría creerse lo contrario”, asegura el experto, “los padres que desarrollan fobia a las vacunas no son frívolos ni imprudentes. Con frecuencia, son diplomados o universitarios con alta capacidad crítica. Su planteamiento está equivocado, pero solo buscan los mejor para sus hijos”. Los motivos que llevan a esos progenitores a dudar si se debe o no inmunizar a los niños, afirma, son muy variados y dependen mucho de aspectos socioculturales: “Que las vacunas llevan ingredientes tóxicos (mercurio, aluminio etcétera), que causan autismo, que pueden producir efectos adversos graves o causar otras enfermedades, que el niño es muy pequeño todavía y ya se las pondrán… y como estos, una larga lista de mitos”.
10 falsos mitos sobre las vacunas
Sin embargo, aunque existen riesgos reales de tipo leve, como las reacciones locales a la inyección o los cuadros pseudogripales, la mayoría de los miedos de los padres no tienen base científica. “Las vacunas no llevan mercurio ni aluminio, ni producen autismo, por desmontar algunas de las creencias más escuchadas en las consultas de pediatría”, añade el experto.
El mito más extendido
La tesis fundamentada de que la vacuna conjunta de la rubéola, varicela y sarampión, la que se conoce como la triple vírica (MMR, por sus siglas en inglés), provoca autismo, tiene su origen hace dos décadas, tras la publicación de un artículo de Andrew Wakefield en 1998 en The Lancet, en el que sustentaba ese hipotético vínculo entre dicha inmunización y el autismo. Este estudio, que provocó el pánico y afectó a las tasas de vacunación en toda Europa, ha sido refutado en muchas ocasiones y, además, el investigador llegó a perder su licencia de trabajo. A pesar de todo esto, el bulo se mantiene desde entonces a nivel mundial, alimentado sobre todo por las redes sociales.
Un estudio elaborado en 2019 con más de 600.000 niños y publicado en Annals of Internal Medicine fue uno de los últimos en desmentir con evidencia científica que las vacunas no producen autismo. Participaron un total de 657.461 menores, nacidos en Dinamarca desde 1999 a 2010 y monitorizados desde el primer año de vida hasta agosto de 2013. Se evaluó si los pequeños fueron vacunados, si habían sido diagnosticados con autismo, si tenían algún familiar con este trastorno neurobiológico o si presentaban algún otro factor de riesgo para padecerlo. Se siguieron en total a más de cinco millones de personas, de las que tan solo 6.517 menores fueron diagnosticados con autismo, una incidencia, según explican los autores, de 129,7 por cada 100.000 habitantes, de hecho, muy por debajo de la prevalencia media en Europa. Además, no se observó ninguna diferencia entre los niños vacunados y los que no, y no se determinó ningún riesgo añadido para padecer TEA entre los vacunados.
Vacuna contra la covid-19 y niños
En el caso concreto de la vacuna de la covid-19, “lo cierto es que en este momento los ensayos que se están llevando a cabo se realizan exclusivamente en adultos, y se desconoce cuándo se comenzará a incluir niños”, explica Remesal. Sin embargo, según mantiene el pediatra, parece indudable que llegado el momento sería muy deseable que los niños recibieran también la vacuna: “En España las vacunas no son obligatorias, sino opcionales, y esa política ha sido efectiva, ya que las tasas de vacunación no son peores que las de los países en los que se obliga a hacerlo. Sin embargo, se contempla que en caso de epidemias y de forma temporal podrían imponerse bajo una orden judicial. Como siempre, será mejor explicar a los padres los beneficios de la vacuna tanto para su hijo como para el resto de la población”, concluye.
Tres preguntas y respuestas sobre la vacunación en España
La abogada Clara Rodríguez Iláraz explica el marco jurídico de la vacunación en España y si las cosas pueden variar con la pandemia o no.
1. ¿Puede el Estado obligarme a recibir la vacuna?
Vacunarse en España es voluntario como regla general. Sin embargo, puede imponerse de manera forzosa cuando exista un riesgo para la salud pública.
En este sentido, la normativa vigente establece que las autoridades sanitarias de las Administraciones Públicas podrán adoptar las medidas que consideren oportunas para proteger la salud pública y prevenir su pérdida o deterioro, siempre y cuando esas medidas se justifiquen en razones sanitarias de necesidad o urgencia.
En resumen, cuando exista un riesgo colectivo para la salud pública, se podría decir que la vacuna puede llegar a imponerse lícitamente para evitar el peligro para la salud de la población, siendo los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo a quienes corresponde autorizar o ratificar judicialmente las medidas que las autoridades sanitarias consideren urgentes y necesarias para la salud pública e impliquen privación o restricción de la libertad o de otro derecho fundamental, tal y como se establece en el artículo 8.6 de la Ley de Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
2. ¿Existe alguna excepción por la que pueda decidir si vacunarme o no?
La Constitución española estable que “toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, pueda ser sometida a tortura ni a penas o tratos degradantes”. Sin embargo, no se incluye el derecho a la muerte. No podríamos negarnos a una orden judicial que estableciera como obligatoria la vacuna frente a la covid-19. Todo ello tiene su fundamento en el bien jurídico protegido que no es únicamente la salud del propio individuo, sino también la del resto de la sociedad. Se trata de la salvaguarda de un bien común, la salud pública, al tratarse de un virus muy infeccioso y que se propaga rápidamente.
3. ¿Existe algún precedente en España donde se haya impuesto alguna vacuna de manera forzada?
En España –por regla general- las vacunas no son obligatorias pero sí altamente recomendadas por el Sistema Nacional de Salud. Actualmente contamos con un calendario de vacunas, en vigor desde el 1 de enero de 2019, en el que se incluyen 14 enfermedades infecciosas. Si bien es cierto que en situaciones normales no se puede imponer de forma obligatoria ninguna inmunización, en 2010 –tras un brote de sarampión en la provincia de Granada- existe un precedente donde se acordó autorizar la vacunación forzosa de 35 niños del Colegio Público Gómez Moreno (aun existiendo negativa por parte de sus padres), con el objetivo de erradicar su transmisión, y preservando así la salud pública.