Una adolescente fue retenida por policías de la comisaría de Honoria en la provincia de provincia de Puerto Inca, departamento de Huánuco, tras confesar ante sus padres que envenenó a su pareja de 69 años y con la finalidad de desaparecerlo cortó en pedazos el cuerpo para luego echar los restos en un costal negro.
El caso que ha causado conmoción en el lejano distrito de Honoria, habría ocurrido el 29 de agosto, pero recién hallaron los restos el 23 de setiembre. Germán León Mauri fue quien encontró el cuerpo cercenado de su padre a unos 40 metros de su fundo ubicado en la tercera etapa del Antiguo Honoria. Enterado de la confesión de la infractora, salió a buscarlo y al llegar a la casa encontró la puerta con candado, por lo que optó por violentar para ingresar y una vez adentro descubrió que las cosas estaban intactas.
Junto a su conviviente continuó buscándolo, no caminaron mucho hasta que un olor nauseabundo llamó su atención y al acercarse descubrieron que en la parte derecha del camino estaba un costal conteniendo restos de su padre, por lo que acudió a las rondas campesinas para reportar el macabro hecho.
Ezequiel Mandruma Aspajo (60), quien conocía de la relación amorosa que tenía su hija con Pedro Esteban, al verla triste e inquieta preguntó por Pedrito como lo llamaba de cariño a su yerno. Pese a las excusas que ponía, la adolescente no pudo con su conciencia y confesó que hace cuatro semanas luego de una discusión que ambos sostuvieron en su chacra, decidió matarlo poniendo veneno en su comida.
Ante tal confesión, el padre trasladó a la comisaría a su hija que no mostraba ningún arrepentimiento de lo que hizo con la persona a quien decía amar, pero terminó descuartizándolo. El caso fue reportado a la fiscal de familia Patricia Bohorquez Alzamora.
Mientras la policía y fiscalía investigan el caso, los familiares piden justicia para el agricultor que fue asesinado mientras podaba sus plantaciones de cacao en su fundo ubicado en Antigua Honoria. “Queremos justicia”, “esa asesina no merece vivir, debe estar en la cárcel”, son algunas de las palabras que gritaban y repetían sus parientes frente al féretro del agraviado.
El 30 de agosto del 2019, Pedro León Veliz llegó al despacho de las rondas campesinas de Honoria para denunciar intento de homicidio, debido que la limonada preparada que había dejado en su casa tenía una sustancia blanca y olía a insecticida.
Pidió a los ronderos investigar el caso, pero al no hallar responsables, siguió su vida hasta que un año después fue asesinado y descuartizado por la mujer que en su momento la acompaño a presentar la denuncia.
La intención de la adolescente sería quedarse con los terrenos de su pareja 52 años mayor que ella.
fuente: Tu diario