«Tengo la impresión que mi pecho estalla, que me voy a asfixiar»: apenas recuperada de la covid-19, a Fatima Jaffer le cuesta volver a respirar en Vancouver, en el oeste de Canadá, invadida por el humo generado por los gigantescos incendios que devastan a Estados Unidos.
La tercera ciudad más grande de Canadá ha registrado récord mundial de mala calidad del aire desde el inicio de la semana, hasta el punto de complicar la toma de pruebas de detección del coronavirus, según los servicios de salud pública.
La metrópoli del Pacífico canadiense, enclavada entre el mar y las montañas, a 40 km al norte de Estados Unidos, tuvo este viernes la peor calidad de aire del planeta, por delante de Portland, en el estado estadounidense de Oregón, según el sitio especializado Índice Mundial de Calidad del Aire.
El humo denso y acre de los incendios forestales en California y Oregón sofocó a la gente de la ciudad, ubicado en un entorno de postal y generalmente bañado por una agradable brisa oceánica.
Temor por el humo
«Tengo miedo del daño a largo plazo que este humo podría causar en mis pulmones», dijo a la AFP Jaffer, una estudiante de doctorado de 58 años de la Universidad de Columbia Británica.
«Acababa de superar el miedo a la covid-19 y sentí que podía respirar de nuevo (…) pero ahora, literalmente ya no puedo», dice, temiendo que sus problemas de asma empeoren.
Fue una «semana horrible para la calidad del aire», confirma Armel Castellan, meteorólogo especializado en la preparación de alertas a la población.
Ante la situación, las autoridades llamaron a los ciudadanos a cerrar las ventanas, evitar el ejercicio físico fuerte e inauguraron cinco albergues para los cerca de 2.000 sin techo de esta metrópoli de 2.5 millones de habitantes.
Humo y covid-19
Las personas asmáticas o sin hogar son las que corren mayor riesgo por la inhalación de humo y el nuevo coronavirus, dijo la encargada gubernamental de salud pública en la provincia, Bonnie Henry.
Columbia Británica está experimentando actualmente un número récord de nuevos casos de coronavirus, peor que en la primavera boreal.
«Para muchos de nosotros existe confusión entre los síntomas causados por un cielo lleno de humo y los causados por la covid-19, especialmente las personas que tienen una enfermedad pulmonar subyacente, asma, males cardíacos y diabetes», remarcó Henry en una conferencia de prensa.
La situación de las personas sin hogar, muchas de las cuales ya padecen enfermedades crónicas, según un estudio, es especialmente preocupante.
«Si estás fuera de casa y sin hogar y estás rodeado por este humo y la pandemia, no hay mucho que puedas hacer para escapar», afirma el gerente del refugio Jeremy Hunka, subrayando el alto grado de vulnerabilidad de estas personas.
El cambio climático
Barry Appal, un ejecutivo de 64 años, está muy preocupado por su sobrino de 30, que padece fibrosis quística.
«Es muy sensible a cualquier cosa que toque sus pulmones», explica. «Ya está aterrorizado por la covid-19, que podría aniquilarlo en un abrir y cerrar de ojos».
Afortunadamente, Castellan anticipa una mejora en la calidad del aire para la próxima semana con la formación de tormentas en el Océano Pacífico.
Pero con las señales del cambio climático, claramente visibles con el agravamiento de los incendios forestales año tras año, «nuestros problemas están lejos de haber terminado», se lamenta.